Año CXXXVI
 Nº 49.785
Rosario,
martes  18 de
marzo de 2003
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Hacia la guerra. El rotundo "no" del mundo musical
Los astros del rock de EEUU izaron la bandera de la paz
Desde Peter Gabriel y Lou Reed hasta Sheryl Crow y Madonna, los músicos se declararon antibelicistas

Bárbara Munker

En cuanto la conocida banda de country Dixie Chicks se pronunció en contra de la política del presidente estadounidense, George W. Bush, con respecto a Irak, numerosos fans criticaron al trío de Texas.
La cantante Nathalie Maines había dicho en Londres que se avergonzaba del origen texano de Bush. Los indignados fans alarmaron a las radios locales, tras lo cual algunas estaciones retiraron el hit "Home" de su programación. Una emisora incluso instó a sus oyentes a tirar los discos de las Dixie Chicks a la basura. Maines finalmente rectificó. El viernes pasado pidió disculpas al presidente Bush por su comentario "irrespetuoso", pero mantuvo su postura contraria a la guerra. Como madre, dijo, saluda toda alternativa posible a la guerra antes de que niños y soldados estadounidenses pierdan la vida.
Desde hace semanas, se suceden las acciones antibélicas de los astros del rock y el pop estadounidense. A fines de febrero, decenas de músicos de todos los estilos imaginables se unieron en el movimiento de protesta "Musicians United to Win Without War" (Músicos unidos para ganar sin guerra). El anuncio de gran formato en el New York Times llevaba las firmas de Peter Gabriel, Dave Matthews, Lou Reed, Suzanne Vega, David Byrne, Missy Elliott y, lógicamente, de Sheryl Crow. En la entrega de los American Music Awards, en enero, la cantante vistió una camiseta con la leyenda "la guerra no es la respuesta", y en la ceremonia de los Grammy, llevó un enorme colgante con el símbolo de la paz mientras en la cinta de su guitarra se leía "no a la guerra". El músico David Byrne insinuó en la televisión que los organizadores de los Grammy habían recomendado a los artistas no hacer manifestaciones políticas, aunque éstos rechazaron indignados la acusación.
Pero mientras la cifra de críticos a Bush crece en la escena musical, son pocas las nuevas canciones de protesta que se pueden adquirir en las tiendas de discos. La banda de hip-hop Beastie Boys fue la primera en hacerlo tras cuatro años de silencio. Rápidamente lanzaron al mercado el tema "In A World Gone Mad", que se puede bajar sin costo de su página web. En la canción, acusan a Bush de dejarse arrastrar a la guerra por "una crisis de los cuarenta" y de simplemente querer tener "el control sobre Irak". También John Mellencamp grabó una nueva canción contra la guerra, "From Washington".
En los 60, durante la Guerra de Vietnam, las canciones de protesta podían ubicarse fácilmente entre las más escuchadas. El clásico de Bob Dylan "Blowin' in the Wind" ingresó dos veces en los cien más escuchados: en 1963 con Peter, Paul and Mary, y en 1966 con Stevie Wonder. En aquel entonces, muchos jóvenes, que se sentían amenazados por el llamamiento a filas, se identificaban con el movimiento de las canciones de protesta.
El empresario del hip-hop Russell Simmons quiere movilizar ahora a un grupo más joven y cree firmemente en el éxito comercial de buenas canciones de protesta. Pero para la mayoría de los artistas, la música de protesta es un desafío difícil. Incluso la estrella pop Madonna quedó atrapada entre dos frentes. Recientemente desmintió informaciones sobre la crítica a Washington contenida en su nuevo video para la canción "American Life". La cantante aclaró que está "a favor de la paz", pero no "en contra de Bush".



Para Sheryl Crow "la guerra no es la respuesta".
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