Los descendientes de italianos que aún no hayan podido acceder a la ciudadanía tendrán una segunda oportunidad. El gobierno de Italia ofrece en todo el país cuatro mil visas a quienes tengan intenciones de conseguir un empleo en el viejo continente (ver infografía). Y además, el Ministerio de Trabajo italiano publicará un listado de los beneficiarios que servirá como base de datos para las empresas que decidan incrementar su planta de personal con trabajadores migrantes. Eso sí, los plazos para realizar el trámite finalizan el 31 de este mes, por lo que los interesados cuentan con pocos días para acercarse hasta el Consulado General de Italia en Rosario.
La oferta es más que tentadora: los descendientes por línea materna o paterna de italianos hasta una tercera generación (bisnietos) que no tengan la ciudadanía podrán acceder a una visa de trabajo de hasta dos años. Así, los interesados en trabajar en Italia podrán sortear un requisito sine qua non para acceder a un empleo en forma legal: contar con un pasaporte italiano o evitar las penurias de permanecer en ese país solamente con un visado de turismo.
Al mismo tiempo, podrán incorporar su currículum, estudios alcanzados y antecedentes laborales a un banco de datos que el Ministerio de Trabajo italiano distribuye a través de Internet a todas las empresas afincadas en Italia.
Este programa se puso en marcha a fines de noviembre del año pasado cuando el gobierno italiano promulgó el decreto Flussi, por el cual se reserva una cuota de ingresos por motivos de trabajo para cuatro mil argentinos descendientes de italianos que carezcan de ciudadanía.
Una oportunidad legal
"La idea es que los descendientes de italianos que quieran emigrar cuenten con una visa de empleo y puedan trabajar en forma legal, y al mismo tiempo que las empresas que necesiten contratar personal cuenten con un listado donde consten los datos personales, profesión y capacitación laboral de los interesados", aseguró el encargado del decreto Flussi del Consulado General de Italia en Rosario, Nazzareno Marcianò.
Así, los descendientes de italianos pueden solicitar la visa e inscribirse en este banco de datos a la espera de que alguna empresa pueda solicitarlo, o conseguir por sus propios medios un empleo en Italia e iniciar después los trámites del visado, que resultan menos engorrosos y son más rápidos que la solicitud de ciudadanía.
Y así lo entendieron ya una centena de rosarinos que se acercaron hasta el Consulado local para iniciar este trámite. "Muchos lo inician por las dudas, con la intención de probar suerte. Otros llegan ya con un ofrecimiento de trabajo firme que consiguieron por medio de familiares o amigos", explicaron los empleados del consulado italiano.
Lo cierto es que la base de datos de los beneficiarios del decreto Flussi circulan entre la empresas italianas que necesitan incorporar trabajadores migrantes. "Hemos recibido pedidos de firmas hoteleras y gastronómicas, además de otras que pueden solicitar obreros y compañías que buscan profesionales con una formación muy específica, por ejemplo en el área de informática", sostuvo Marcianò.
No obstante, el funcionario aclaró que el consulado no actúa como intermediario entre las empresas y quienes quieran emigrar, sino que sólo tramita las visas e incluye a los interesados dentro del banco de datos. "Después las empresas pueden comunicarse directamente con las personas que se ofrecen para el puesto y nosotros nos ocupamos del visado que se extiende de acuerdo a la duración del contrato de trabajo que se firme", aseguró.
Con esto, las miles de personas que actualmente están tramitando su ciudadanía italiana, podrán hacerse de un camino más corto que los acerque a Ezeiza.
Y si bien en el consulado local no llevan estadísticas sobre el incremento que tuvieron estos trámites desde diciembre del 2001, hay otros datos que permiten ilustrar este fenómeno. En el Registro Civil los pedidos de traducción al italiano de partidas de nacimiento, matrimonio y defunción que se realizaron entre enero y abril del 2002, triplicaron las realizadas en los mismos meses del año anterior.
"Es una puerta más que se abre y tenemos que aprovecharla", explican quienes llegan hasta el consulado italiano con la esperanza de poder encontrar lo que consideran "un futuro mejor".