Salvaje violación de una niña que pedía limosna

Un hombre la engañó diciendo que le compraría una tarjeta magnética. Segundo caso en dos días

Ariel Etcheverry / La Capital

Una niña de 10 años que pedía limosna en la calle fue violada por un hombre que la llevó engañada hasta un descampado en la zona norte, junto a unas vías del ferrocarril, con la excusa de regalarle una tarjeta magnética de transporte. La criatura fue sometida en forma vaginal y anal, según constataron los médicos forenses que la revisaron, y también fue golpeada con un palo en la cabeza cuando trató de resistirse. La policía buscaba anoche en toda la zona norte al agresor, del cual se obtuvieron algunos detalles físicos gracias a la descripción que hizo la pequeña.
Este caso se suma al que otra nena, de 14 años, denunció el sábado en la comisaría 19ª. Entonces, la chica fue abusada en una vivienda de Esteban Maradona al 3700, en el barrio Toba, por un hombre que la sacó de su casa a punta de arma y que fue apresado horas más tarde.
La nueva víctima, cuyo identidad se protege por razones legales, vive también en la zona norte, cerca de la villa La Cerámica. Sus padres no se encontrarían en Rosario y por eso, ella y uno de sus hermanos quedaron a cargo de su abuelo. Justamente con este hombre fue vista el sábado a la noche en la zona de Baigorria y Warnes pidiendo limosna, según dijeron algunos testigos a los investigadores.
Entre las 21 y las 22 de antenoche se acercó hasta la niña, que estaba junto a su abuelo, un hombre de aproximadamente 40 años. La chica entonces le pidió dinero para comprar una tarjeta magnética de transporte, a lo que el sujeto le ofreció comprársela el mismo a cambio de que lo ayude a limpiar una verdulería que dijo tener.
A partir de ese momento la secuencia del hecho se vuelve poco clara. Los policías de la seccional 10ª y del Centro de Ayuda a la Víctima de Abuso Sexual, que están tras los pasos del violador, no pueden entender como el abuelo de la menor pudo desprenderse de la chica. Al parecer el familiar se quedó conversando con dos mujeres y se distrajo. Lo cierto es que la niña partió junto al desconocido.
Caminaron unas tres cuadras hasta que llegaron a un descampado en inmediaciones de Godoy Cruz al 1500. Muy cerca de allí se encuentran las vías del ex ferrocarril Mitre. De un lado de los rieles hay un barrio de clase media y del otro lado, la villa La Cerámica. Al parecer ambos cruzaron las vías hasta que llegaron a una zona muy oscura, sin luz artificial. Allí la chica fue sometida sexualmente. Según declaró después ante los investigadores, en un momento intentó escapar o resistirse, pero el hombre la golpeó con un palo en la cabeza.
En medio del shock provocado por el ataque, la menor ofreció a los policías un relato "desgarrador", aunque con "lagunas" propias de la conmoción , según la descripción de una de las personas que la asistió. Además de mencionar las vejaciones que sufrió, la chica recordó que el hombre olía a perfume, no estaba borracho y parecía una persona limpia. Además, hablaba con acento "como paraguayo", vestía bermuda color azul, camisa del mismo tono de mangas cortas, y tenía el ojo derecho hinchado.
Entre sollozos, la víctima contó que el violador antes de marcharse le pidió que volviera "mañana" al mismo lugar. Esto fue tomado con cautela por los investigadores. "Tiene que estar muy loco o lo dijo sólo para asustarla aún más", comentó un vocero policial.
Una vez que el delincuente la dejó en libertad y se marchó, la nena apareció llorando por calle Godoy Cruz, donde un vecino la encontró. "La chica le contó lo que le habían hecho y este hombre llamó al Comando Radioeléctrico", refirió otra fuente allegada al caso.