| | cartas Depósitos o créditos
| Cuando se hace hincapié en el derecho de propiedad sobre el que se expidió la Corte Suprema, hay algo que se deja de lado y es el riesgo comercial. Hago esta diferencia para que pensemos en lo que significa un depósito. Yo deposito algo en un lugar seguro para que me lo cuiden y me lo devuelvan cuando lo necesite. Deposito dinero en un banco, deposito a mi hijo en una guardería, deposito mi auto en una playa de estacionamiento. En todos los casos me lo cuidan y se comprometen a devolverme lo mismo que entregué. Los depositantes teníamos algunos riesgos como que los bancos nacionales podrían quebrar. Elegimos bancos sólidos, con respaldo internacional, filiales de bancos de primera línea. La privatización de la banca y la globalización reforzaban nuestra elección. Los bancos publicitaban su pertenencia a bancos de primera línea. No los elegíamos porque dieran mayores intereses, sino porque brindaban mayores respaldos. La diferencia con los créditos es que se otorgan con fines especulativos. Los bancos tienen como mercadería el dinero que les entregan los depositantes y ellos son los que especulan y corren riesgos prestándoles nuestro dinero y ganando con esos préstamos. Como nuestro país era de alto riesgo las tasas de interés eran altas, en función del riesgo de poder cobrarlos o no. Cuanto mayor era el riesgo país, mayores eran las tasas. Se supone que con esas tasas altas debían crear una reserva por incobrable como se hace en cualquier actividad comercial. Fíjense qué diferencia hay entre depósitos y especulación comercial, que los que facturaron en dólares al 31 de diciembre del 2002 y con la pesificación se perjudicaron, no fueron a hacerles cacerolazos a sus clientes, ya que sabían el riesgo que corrían y perdieron con el peso devaluado cobrando 1 a 1 cuando inclusive el dólar ya estaba a $2. El caso de los bancos es diferente. Recibieron depósitos en dólares. Inclusive no cobrando el paso de pesos a dólares incentivaron esa convertibilidad porque les convenía, ya que teniendo tantos depósitos en dólares podían pedir al Banco Central autorización para girar esa cantidad al exterior, ya que los mismos figuraban en sus balances. El depósito es algo muy serio: se basa en la confianza. Si la confianza no existe no puede existir el depósito. Los bancos corrieron su riesgo y perdieron. Deben devolver lo que no les pertenece que es la mercadería que utilizaron para sus especulaciones. Si quisieron dólares y recibieron dólares en depósito deben devolver mercadería verde. Y aquí sí que podemos hablar del derecho de propiedad. Tenían dinero ajeno, que no le era propio, que se lo entregaron para su cuidado y ellos lo prestaron bajo su propio riesgo. Deben responder como se respondió a nivel comercial: asumiendo las pérdidas como anteriormente disfrutaron de sus ganancias "virtuales". Stella Maris Coniglio
| |
|
|
|
|
|
Diario La Capital todos los derechos reservados
|
|
|