Año CXXXVI
 Nº 49.784
Rosario,
lunes  17 de
marzo de 2003
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Correa, Armstrong y Cañada se podrían quedar sin la autopista
El diputado Cavallero dijo que varias razones influyeron para que no se cumpliera con el cronograma previsto de obras

Walter Gasparetti / La Capital

Cañada de Gómez. - Correa, Armstrong y esta ciudad se quedarían sin la autopista. El contrato de concesión que mantiene el Estado con la empresa Covicentro para la explotación del corredor vial Nº 10 (Roldán-Pilar) vence en octubre próximo y la obra complementaria que la concesionaria se comprometió a realizar, la autopista entre Rosario y Armstrong, no avanzó más allá del ingreso a la ciudad de Carcarañá.
A principios de la década pasada, la empresa de Benito Roggio obtuvo la concesión de la peligrosa ruta nacional 9 a través de una licitación internacional. El contrato estipulaba la concreción de una obra complementaria, alrededor de 80 kilómetros de autopista entre Rosario y la ruta provincial número 178, a la altura del distrito de Armstrong.
A diez años de vencido ese plazo, la empresa ni siquiera cumplió con la mitad de ese compromiso. ¿Cuáles son las razones? La respuesta engloba situaciones complejas y debería convertirse en el disparador de un debate profundo entre las comunidades afectadas. Es que la autopista constituye una de las principales obras estratégicas para el futuro de la provincia de Santa Fe.
El diputado nacional Héctor Cavallero se irrita cuando intenta hacer una reflexión sobre el tema. Para el legislador hay varias razones que coadyuvaron a que esta obra pública no se termine. En ese análisis hecha culpa tanto a las autoridades nacionales como a quienes distrajeron a la opinión pública durante los primeros años de la concesión, cuando pretendían que se construyera una autovía.
De acuerdo al contrato de concesión, Covicentro tenía que invertir en la autopista 100 millones de pesos. Esta empresa alega que hasta diciembre de 2001 invirtió 124 millones de pesos más IVA en obras de mejoramiento, rehabilitación y obras complementarias, además de 21,5 millones más IVA, en obras de conservación de rutina.
"Hace diez años discutíamos cuáles eran las obras complementarias. Después dilataron la obra quienes estaban a favor de la autovía. Esta situación provocó una demora de casi tres años. Esto hay que asumirlo, porque mientras esto sucedía la empresa no invertía", recordó Cavallero a La Capital.
Los primeros 18 kilómetros de extensión, entre Rosario y Roldán, fueron inaugurados en 1999. El tramo siguiente, que aún está en etapa de ejecución, entre esa ciudad y Carcarañá, aún no fue terminado. Los funcionarios de Covicentro estiman que la inauguración sería antes de fin de año.
El plazo de los tramos siguientes hasta llegar a Armstrong finaliza en octubre de este año, sin embargo el ritmo de los trabajos hace pensar que se trata de una misión imposible. La empresa arguye que la devaluación constituye la causa principal de retraso, no obstante, previo a esa medida económica, la concesionaria no había cumplido con lo prometido.
"La empresa explicó que con 100 millones de pesos ya no construye ese tramo de la autopista. Esto en parte es cierto, pero también hay que decir que no cumplió con los plazos anteriores de acuerdo al cronograma de obras", añadió Cavallero.
El nivel de tránsito de la ruta 9, a la altura del peaje Río Carcarañá, es de 5.250 vehículos diarios, con una composición del 66 por ciento de vehículos livianos y un 34 por ciento de pesados. El ingreso que tiene la empresa en peaje es de 400.000 pesos mensuales más el aporte que le hace el Estado, cuya cifra ronda 1,2 millón por mes.
Cavallero tiró un balde de agua fría con las declaraciones hechas en Cañada de Gómez. El legislador señalo que los tramos faltantes "entrarían en el nuevo esquema de renegociación del contrato". Las autoridades de la zona aún no han efectuado declaraciones al respecto.
"Mi planteo es que la renegociación debe ser cerrada por el actual gobierno, porque mi temor es que suceda lo mismo que en la ruta nacional 7, donde la empresa concesionaria (Techint) comunicó que se retira del negocio. No quisiera que ocurra lo mismo con la ruta nacional 9", disparó.
"Sospecho que todas las concesiones van a seguir de acuerdo a las condiciones que plantee el gobierno, debido a que el dinero que se llevaron no lo van a devolver. En las condiciones actuales, no les conviene continuar. Prefiero que se haga un nuevo cronograma y que se termine, por lo menos hasta Cañada de Gómez", añadió.



Solamente se terminó la obra en el tramo Rosario-Roldán. (Foto: Sergio Toriggino)
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