Algunas personas apelan con mayor frecuencia a recursos cada vez más ingeniosos para cometer atracos. Tal es el caso de quienes roban autos sin disparar un solo tiro ni siquiera encañonar a sus víctimas. En realidad apelan a una de las tantas versiones del cuento del tío para comenzar la maniobra que termina cuando se apoderan de los vehículos con un duplicado de la llave de los rodados. Uno de los damnificados de este nuevo ardid delictivo es Lionel Rosembaum, gerente comercial de Natalio Automotores, que sufrió el robo de un vehículo con esta modalidad. El rodado se esfumó en el mediodía del viernes 7 de marzo de la puerta de una conocida confitería del parque Urquiza. La maniobra embaucatoria había comenzado tres días antes y en el ilícito habrían participado tres personas, dos mujeres y un hombre. El martes 4 de marzo arribó al comercio un muchacho con la aparente intención de comprar una camioneta Renault Kangoo, modelo 2000. No llegó solo. Estaba acompañado por una joven que la presentó como su hermana. El visitante se mostró interesado en la camioneta y pidió probarla. "Me dijo que quería mostrársela a la madre. Manejó solo mucho tiempo el vehículo y en ese lapso tuvo la posibilidad de que un cerrajero le hiciera un duplicado de la llave", explicó Rosembaum. El supuesto cliente pactó el precio y las condiciones de pago, y se fue de la agencia con la promesa de dar una respuesta. Tres días después, el 7 de marzo, una mujer de unos 40 años, se presentó en el local de 9 de Julio al 200. Quería ver un utilitario y enseguida se enganchó con la Kangoo, que solamente "tenía 600 kilómetros y era casi nueva". Antes de despedirse, la visitante le dijo al comerciante que para cerrar la operación al utilitario "debía verlo su socia". Treinta minutos después sonó el celular del comerciante. Del otro lado de la línea estaba la mujer que vendía ropa, quien lo citó en el bar Siempre Munich, ubicado en avenida de la Libertad. A las 12.15, Rosembaum llegó al bar con la camioneta."Bajé al subsuelo para ver si estaba la señora que me había citado, pero no la encontré. Volví a subir y en ese momento vi a la hermana del muchacho, que tres días antes se había mostrado interesado en la camioneta, pero no le di importancia", dijo. Cinco minutos más tarde llegó la mujer. Tras una breve conversación, se excusó para ir al baño. Rosembaum no volvió a verla. En ese momento, Lionel tuvo la intuición de que "algo extraño podía haber pasado al vehículo". Subió a la planta baja y no divisó a la Kangoo. Un cuidacoches le dio la mala noticia: había visto a dos mujeres que se alejaban del lugar en un taxi. El chofer le diría después a la policía que las había dejado en la galería del Paseo, aunque al parecer nadie vio a la persona que se llevó el vehículo. Rosembaum denunció el caso y entregó el número de un celular que usaban los delincuentes en la sección Sustracción de Automotores, pero todavía no tuvo respuestas. "Son demasiadas pruebas para que se actúe contra estas personas.Se sabe que los vehículos robados van a desarmaderos, pero nadie hace nada", dijo.
| Rosenbaum: "Se sabe dónde van los autos robados". (Foto: Hugo Ferreyra) | | Ampliar Foto | | | Notas
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