Año CXXXVI
 Nº 49.783
Rosario,
domingo  16 de
marzo de 2003
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Candidatos a fondo
Bravo y Giustiniani fustigaron a López Murphy: "Es un caradura"
La fórmula presidencial socialista no quiere hablar de ballottage y refuerza las críticas a su ex socia Carrió

Javier Felcaro / La Capital

Después de haber presentado públicamente el viernes su programa de gobierno, la fórmula presidencial del socialismo, integrada por los diputados nacionales Alfredo Bravo y Rubén Giustiniani, ratificó su convicción de que saldrá airosa del próximo desafío en las urnas. Y hasta se dio el lujo de rechazar cualquier tipo de análisis sobre su posicionamiento ante una posible segunda vuelta. La buena onda sólo se cortó cuando el tema de conversación pasó a ser su rival de centroderecha, Ricardo López Murphy, y sus ácidas críticas a las adhesiones que recibe el nuevo gurú progresista, el mandatario brasileño Lula da Silva. Fue entonces cuando el binomio del PS le endilgó el mote de "caradura" al líder de Recrear Argentina.
Pese a estar molesto con el reciente escándalo político de Catamarca, Bravo echó por tierra las especulaciones que apuntaron a una traspolación del caos a las elecciones presidenciales. "Detenerme en los augurios sería darles crédito a estos tipos para que sigan introduciendo el miedo y, en algunos casos, la orientación del voto", subrayó el diputado durante una entrevista exclusiva concedida a La Capital.
No obstante, a Bravo se le coló un presagio optimista: "El 27 de abril vamos a votar y el 30, día de mi cumpleaños, los espero a mis amigos para festejar el triunfo en las elecciones". Y, al recordársele que uno de sus contendientes del PJ, el ex presidente Carlos Menem, aseguró que gana "como en la zamba, primera y adentro", recomendó: "Mejor tomemos un café, para qué hablar de malas palabras".
Según el legislador, las históricas trabas que continúan postergando la unidad del polo progresista argentino radican en que "hay distintas visiones de la realidad, y cada uno cree que la suya es la correcta".
"Pero lo vamos a superar. El PSP y el PSD tardaron 44 años. Decidimos que la situación no podía seguir así frente a un interrogante: ¿Qué explicación le dábamos a la gente que veía a dos partidos pertenecientes al viejo tronco del socialismo que no estaban unidos?", recordó Bravo.
Sobre el reciente divorcio político con el ARI, el diputado aludió elípticamente a su líder y también rival electoral, Elisa Carrió, al puntualizar que "pasó lo que tenía que pasar cuando todo lo tiene que resolver una persona, no hay una consulta directa ni trabajo mancomunado y no existe un programa que nos guíe".
Los cuestionamientos aumentaron al momento de repasar los últimos movimientos de Lilita: "No sólo está la baja de Mario Cafiero (de su candidatura a gobernador de Buenos Aires), sino la elección de Gustavo Gutiérrez como compañero de fórmula, al que lo conocen en su casa a la hora de comer y dormir, o cuando cobra y lleva el dinero".
Bravo no quiso abrir ninguna hipótesis sobre la posición del PS frente a un eventual ballottage, teniendo en cuenta un escenario con Carrió necesitando un porcentaje de votos similar al que podría cosechar el socialismo. "Pretendemos recobrar nuestra identidad y no enajenarla. Además, hablar de futuro en la Argentina es una aventura, entrar en un terreno del que no tengo precisiones", aseveró.
La bronca brotó por los poros del binomio cuando la atención se centró en la figura de López Murphy, quien le dijo a este diario que "ya nadie habla de Lula en el país", en una viperina referencia a las medidas adoptadas por el flamante gobierno de Brasil.
"El no hablará porque realmente desea que Lula no exista", retrucó Bravo. Menos diplomático, Giustiniani disparó: "López Murphy es un caradura. Es el señor de las tijeras que se tuvo que ir del Ministerio de Economía por el disparate que propuso".
De inmediato, el postulante a la vicepresidencia ratificó que "vemos con buenos ojos todo lo que hicieron Lula y el PT, no sólo en la campaña sino ya en el gobierno", y enumeró "hechos muy auspiciosos: pretender que los brasileños coman tres veces al día, suspender megaobras que no eran imprescindibles y negociar con los organismos internacionales de crédito desde la dignidad".
Al respecto, Giustiniani marcó diferencias con el jefe del Estado, Eduardo Duhalde, quien ante la Asamblea Legislativa sostuvo que el país "negoció con dignidad" con el FMI. "Pareció que hablaba de otro país. El compromiso a privatizar el 10% de la banca pública es otorgarles a los organismos internacionales el pedido que siempre hicieron, que es catastrófico. Es abrirle la puerta a la privatización del Banco Nación", enfatizó.
Bravo evaluó los ecos del bochorno catamarqueño en el Senado. "Lo que pasó es insólito, aunque no inédito, porque siempre hubo algún pillo que cortó la luz. Pero que el caso de (Luis) Barrionuevo haya sido derivado a Asuntos Constitucionales es el cajón de muerto para la iniciativa de sancionarlo", sentenció.
Para el candidato, a la denominada corporación "se la combate dando vuelta estas elecciones y terminando con el reinado de quienes están al borde de la caída". Por eso, y refutando el historial de frustraciones, enfatizó: "¿Qué quiso hacer (Carlos) Chacho Alvarez? Tenés que jugarte hasta el final".
Por último, Bravo insistió en que Hermes Binner es un "candidatazo" para la Gobernación, aunque aclaró que "él tiene la última palabra". Sentado enfrente, el intendente sólo le devolvió una sonrisa.



"Con Carrió pasó lo que tenía que pasar", dijo Bravo.
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