| | Clausura 2003 Unión tenía un punto y el Lobo se lo robó
| Cuando parecía un empate clavado, en el segundo minuto de descuento Gimnasia y Esgrima consiguió una angustiosa victoria por 2 a 1 ante Unión, que castigó demasiado a los tatengues, quienes volvieron a quedar en zona de Promoción. Así, Gimnasia logró revertir una racha adversa donde en los dos últimos partidos le habían convertido ocho goles. En tanto, Unión que venía encaramado en los primeros lugares perdió el invicto y sigue penando en la tabla de los promedios. El partido fue de trámite discreto, con dos equipos imprecisos que tuvieron muchas dificultades en el manejo de la pelota. En ese contexto Gimnasia prevaleció levemente con un buen trabajo de Esteban González, algunas intermitencias de Lucas Lobos y esporádicos chispazos del Pampa Sosa. En la visita, sólo el Mago Capria mantuvo su nivel y fue la figura que en varios pasajes mantuvo con preocupación a todo el fondo platense, el resto estuvo lejos de las circunstancias y por eso se quedó con las manos vacías cuando se había aferrado al empate. Desde el arranque fue Unión el que insinuó saludablemente un fútbol bien jugado, ofensivo, bajo la batuta del Mago Capria, pero no tuvo continuidad y rápidamente se diluyó. El equipo de Craviotto careció de efectividad en los últimos metros y eso le permitió a Gimnasia recuperar la identidad de equipo bien organizado, con equilibrio y con peso en el área rival. A los siete minutos Unión tuvo la más clara de la etapa inicial con un tiro libre muy bien ejecutado de Capria por sobre la barrera, la pelota le picó antes al arquero Olave y fue devuelta por el palo derecho. Casi gol tatengue. A los 22, llegó la apertura del marcador con un cabezazo de pique al suelo, en el corazón del área, de Esteban González dejando sin chances al arquero Manduca. Con Unión dándole un mejor trato a la pelota y Gimnasia esperando de contra, a los 36 una volea de Capria desde la medialuna se fue rozando la base del palo derecho de Olave. Unión tuvo otra fisonomía en la parte final y el arquero Olave comenzó a tener mucho más trabajo. Y Gimnasia contestó vía Enría y el Pampa Sosa, pero a los 19 el Beto Fernández capitalizó un rechazo corto de la defensa rival para meter un misil que se clavó en un ángulo y dejar las cosas como al principio. A partir de ahí el partido se hizo deslucido, Gimnasia tomó el protagonismo, pero le costó mucho llegar hasta Manduca. Pero de tanto insistir, cuando se jugaban dos minutos de descuento, Federico Turienzo pudo quebrar la resistencia tantengue y decretó la victoria platense.
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