Hasta hace tres semanas, Córdoba era un león hambriento, un equipo al que muchos le tenían respeto y otros directamente temor. Por algo terminó en el tercer puesto la primera fase del campeonato. Hoy, en cambio, parece haber perdido aquel instinto asesino y lo que antes le resultaba más o menos sencillo ahora se le complica más de la cuenta. Volvió a pasarle ayer, en Caseros, donde Estudiantes le ganó con lo justo pero bien, pese a que tuvo un hombre menos durante una hora.
Livianito y dubitativo, Córdoba ni siquiera logró imponer condiciones cuando estuvo en ventaja numérica. Y al infatigable equipo que dirige Blas Giunta -paradigma de la cultura del huevo, huevo, huevo- le alcanzó con el fervor de todos, la seguridad de Arnaudo y los movimientos inquisidores de Adrián Guillermo.
Lo preocupante es que los charrúas perdieron un partido sumamente ganable. Lejos de cualquier gesto audaz, Estudiantes salió a jugarle con un 4-4-1-1 con escasa presencia ofensiva, casi una invitación a que le faltaran el respeto en su propia casa. El problema fue que Córdoba no aceptó ese convite de los locales. Los charrúas, que se pararon con un planteo similar al de su rival, tampoco se preocuparon demasiado por soltar a los volantes para llegar en forma masiva al área rival. Entonces, el juego se hizo previsible, falto de sorpresa, una expresión genuina de lo que la categoría ofrece habitualmente.
Para colmo, Córdoba se dio el lujo de desaprovechar un favor infrecuente para un equipo chico que juega de visitante. A los 29, Sugliani comenzó a darle forma a una tarde para el olvido y expulsó por roja directa a Aguilar tras un foul a Reboledo que era para amarilla. Segundos antes, Javier López le había cometido una clara infracción al propio Aguilar. Los charrúas jamás lograron hacer valer esa circunstancia.
Ajeno a las indecisiones rivales, Estudiantes juntó coraje y, con mucho empuje y despliegue, lo acorraló durante cinco minutos que fueron fatales para Córdoba. A los 56, Guillermo dejó tambaleando el palo izquierdo y, cuatro minutos más tarde, Azcurra encontró el desnivel con un cabezazo.
Córdoba dependió en exceso de lo que pudiera producir Calabrese, a quien Arnaudo le tapó tres pelotas complicadas. Sobre el final, cuando los charrúas eran pura impotencia, De Lemos le ganó un mano a mano a Della Marchesina.
Estudiantes ganó con coraje y poco más. ¿Córdoba? Dejó escapar otros tres puntos, pero su principal pecado es haber perdido el patrón de juego que tan buenos resultados supo darle.
Síntesis
Estudiantes 1: Arnaudo 7; Gojmerac 5, De Martino 5, Azcurra 6 y J. González 5; Magallanes 5 (74' Umbides 6), Bravo 5, Della Marchesina 6 y E. Zárate 5 (85' Monges); Aguilar 5 y A. Guillermo 7 (83' Pignataro). DT: B. Giunta.
C. Córdoba 0: De Lemos 5; Aira 5, Melli 5, J. López 7 y Cárdenas 5; Farré 5 (69' F. Coronel 5), Ferri 5, Reboledo 4 y Brandán 5 (76' L. Romero); Petrovelli 5; Calabrese 6. DT: O. Santángelo.
Cancha: Estudiantes.
Arbitro: Ricardo Sugliani (4).
Gol: 60' Azcurra (E).
Expulsado: 29' Aguilar (E).