Año CXXXVI
 Nº 49.783
Rosario,
domingo  16 de
marzo de 2003
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Nuevas estrategias de marketing en la carrera por los premios de la Academia
Hollywood impulsa las campañas limpias para promocionar los Oscar
La tradicional ceremonia intenta recuperar el prestigio después de los golpes bajos de las entregas anteriores

Bob Tourtellotte

"Clase" es algo por lo que Hollywood no es muy conocido, pero este año en la carrera para los premios Oscar parece que algo parecido a eso intentó reaparecer.
A sólo una semana de la entrega de los Oscar, las campañas de los estudios, hasta ahora, no han estado impregnadas de los golpes bajos de los últimos años.
Uno de los candidatos, el director de "Chicago", Rob Marshall, lo está tomando todo con una sonrisa. "Soy virgen en todo esto y eso lo mantiene interesante. Lo veo como algo fascinante y como se está haciendo con mucha clase, no me parece nada raro", dijo Marshall en una entrevista reciente.
El año pasado, la clase y el buen gusto fueron lanzados por la ventana con un desagradable rumor de que John Nash, el personaje real de la película ganadora del Oscar "Una mente brillante", era antisemita. La versión emergió en fiestas privadas e hizo titulares rápidamente en los periódicos y la televisión.
Ric Robertson, gerente ejecutivo de la Academia, dijo que esta temporada "parece que está exenta" de ese tipo de campañas. "En realidad no ha ocurrido nada serio", dijo confiado.
Sin embargo, añadió que en los últimos días había recibido llamadas de miembros de la Academia que le dijeron que fueron invitados a fiestas donde se esperaba la asistencia de candidatos al Oscar, pero las invitaciones no aclaraban quién organizaba la actividad.
Este tipo de invitaciones parece que viola las reglas, pero según Robertson hay que investigar más antes que la Academia tome una decisión. En ese caso, los estudios podrían perder boletos para la ceremonia de entrega de los Oscar, que tendrá lugar el próximo domingo. También declinó decir cuáles películas y estudios estaban involucrados. La votación para los Oscar concluye pasado mañana.
Por supuesto, el director Marshall tiene mucho de qué sonreir este año. "Chicago" es la película que aspira a más premios Oscar con 13 candidaturas. Marshall ganó el galardón al mejor director del Sindicato de Directores, superando a Martin Scorsese y su filme "Pandillas de Nueva York", y en los 46 años que lleva el sindicato otorgando sus premios, sólo cinco ganadores no han recibido el Oscar.
La victoria de Marshall sorprendió a muchos en la audiencia, incluso al propio director, que reaccionó con clase: "Me sentía tan entusiasmado de estar en compañía de toda esa gente", dijo como una cortesía hacia los competidores.
La victoria también podría decepcionar, al menos un poco, a uno de los directores de Miramax Films, Harvey Weinstein, cuyos títulos, entre ellos las películas "Chicago" y "Pandillas de Nueva York", aspiran a 40 premios en conjunto en la ceremonia de los Oscar. Weinstein, una potencia en el sector conocido por sus fuertes emociones, no ha ocultado su apoyo a Scorsese.
El hecho de que Miramax aspire a distinciones en tantas categorías, entre ellas mejor película, mejor director y mejor actriz, con más de un candidato, tiene a algunos observadores del Oscar rascándose la cabeza y preguntándose cómo podrían evitar favorecer a unos sobre otros.
Miramax, que es maestro en la estrategia de campaña para los Oscar, hace tiempo anticipó el problema y dividió a su grupo de marketing en equipos asignados específicamente a cada película.
"Las impulsaremos equitativamente y dejaremos que las cosas caigan por sí solas", dijo el jefe de Marketing de Miramax, Jason Cassidy.
Independientemente de quién gane cada premio, no hay dudas de que Weinstein querrá escuchar reiteradamente "gracias, Harvey" de parte los ganadores en la noche de los Oscar, como ya sucedió en los premios Globo de Oro, del Sindicato de Actores y otras ceremonias en Hollywood.
"A este hombre en realidad le gusta ganar. Lo suyo es hacer buenas películas y ganar, y si eso implica gastar algún dinero, él lo gasta", dijo un veterano de Hollywood que prefirió permanecer anónimo.

Dinero bien invertido
Sin embargo, Miramax, que es una unidad de Walt Disney Co., gasta dinero por una buena razón: para ganar dinero, lo cual muchos amantes del cine no consideran algo con clase, pero a eso, después de todo, se reduce el negocio del espectáculo: entretenimiento y dinero.
Las candidaturas ofrecen un impulso a las películas y este año eso sucedió con "Chicago", que recaudó 50 millones de dólares desde que fue anunciada como una de las aspirantes y que ya suma más de 155 millones de dólares en taquilla.
Las victorias en los Oscar hacen menos impacto en la taquilla que las candidaturas, debido al hecho de que la mayoría de la gente ya vio las películas. El año pasado, "Una mente brillante" retrocedió cinco por ciento en la taquilla el fin de semana posterior a su victoria como la mejor película, según Exhibitor Relations Inc., dedicada al seguimiento comercial de la industria.
Sin embargo, los estudios recaudan nuevos ingresos de las victorias de los Oscar en más ventas de videos, DVD, películas por cable y televisión.
Cuando el filme de dibujos animados "Shrek" ganó su Oscar el año pasado, DreamWorks colocó etiquetas adhesivas promocionales en los videos y DVD y anunció el triunfo en televisión. Las ventas aumentaron un 125 por ciento en la semana siguiente.



Steve Martin será uno de los conductores de la ceremonia.
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