El gobierno nacional reabrió ayer la posibilidad de aplicar los Bonos Optativos del Estado (Boden 2012) para la compra de automóviles de cero kilómetro y para la construcción, por un cupo máximo de 325 millones de pesos.
Los interesados en esta operación deberán presentarse a una licitación que efectuará la Secretaría de Finanzas, en la que ofrecerán a que precio le entregan los bonos al Estado, que luego le acreditará a los vendedores el equivalente en pesos.
El Ministerio de Economía facultó a la Secretaría de Finanzas a llamar a licitaciones públicas hasta cubrir un cupo de 153 millones de dólares en valor nominal de Boden 2012, en una medida que busca apuntalar la reactivación de estos sectores, dos de los más afectados por la crisis económica.
Los Boden 2012 son los títulos que en forma voluntaria los ahorristas pueden canjear por los depósitos atrapados en el corralón financiero.
El miércoles pasado el gobierno nacional dispuso que el denominado canje II se prorrogue por noventa días.
La medida apunta por un lado a reactivar dos sectores que emplean mano de obra en forma intensiva y por otro a sostener la cotización de estos títulos que habían perdido valor en las últimas jornadas.
El temor de los inversores
Los Boden 2012 habían caído hasta un valor cercano a los 140 pesos por cada lámina de 100 dólares (cerca del 45 por ciento en dólares). La baja fue producto del temor de inversores ante la posibilidad que el gobierno se vea obligado a imprimir una nueva serie de estos títulos para entregar a los ahorristas, luego del fallo de la Corte Suprema de Justicia que dispuso la redolarización del depósito efectuado por la provincia de San Luis en Banco Nación (ver aparte).
Según la resolución que firmó ayer el ministro de Economía, Roberto Lavagna, la Secretaría de Finanzas podrá asignar el monto máximo establecido para la operatoria en distintas etapas.
Del cupo total de 325 millones de pesos, 300 millones están destinados al sector de la construcción y 25 millones al automotriz, que además incluye maquinaria. Esta medida tenderá además a reactivar el mercado interno automotriz que en febrero vendió sólo 6.300 vehículos, un 24 por ciento menos que en igual mes de 2002.
Sobre los 300 millones asignados a la construcción el 50 por ciento deberá aplicarse a la construcción de proyectos individuales y la porción restante a emprendimientos habitacionales.
Los montos asignados a cada sector se corresponden con el saldo no utilizado de los 300 millones de pesos (en valor nominal) que habían sido destinados para esos fines durante 2002.
La fórmula para viviendas
En el caso de los inmuebles se habilita la construcción de inmuebles nuevos o bien la continuación de aquellos en construcción, siempre que sean destinados a vivienda y que la etapa construida o terminada no supere el 30 por ciento del total sin computar el valor del terreno.
Las viviendas podrán tener como finalidad el uso propio, la venta, renta o explotación.
Las unidades a construir en ningún caso podrán ser de calidades inferiores, superficies menores ni peores características que las que presentan tipologías de viviendas construidas en la respectiva jurisdicción con fondos del Fonavi.
Entre octubre y diciembre pasado se destinaron unos 300 millones de dólares para este sistema, que también permitía la compra de maquinaria agrícola e industrial.