El socialismo tiene programa y apuesta a dar el gran batacazo

El Partido Socialista (PS) presentó ayer su programa de gobierno y reivindicó la autoría del concepto de "la justicia social", al tiempo que exhortó a sus seguidores a tener "la esperanza de ser sorpresa" en las próximas elecciones.
Durante el acto realizado en el Complejo La Plaza, en pleno centro porteño, los integrantes de la fórmula del PS, Bravo y Rubén Giustiniani, se dividieron los roles: el candidato presidencial hizo una exposición centrada en la política y su compañero se encargó de la parte técnica.
De pie, micrófono en mano y con una mano en el bolsillo, Bravo marcó de entrada las diferencias con el peronismo al recordar que en la década del 30 Alfredo Palacios había dicho que "sin socialismo no hay justicia social". Pero no fue la única alusión del aspirante presidencial a sus adversarios del PJ y, aunque hizo alusiones hacia Adolfo Rodríguez Saá, su principal punto de ataque fue Carlos Menem. "Yo no arrastro las palabras ni hablo con la eyyye (sic)", ironizó, y salió al cruce de la propuesta del ex presidente de "saturar las calles con fuerzas de seguridad si hace falta" para combatir al delito.
A la hora de las propuestas, Giustiniani se encargó de explicar los puntos salientes de las medidas, pero comenzó su discurso con un enfático rechazo "a toda guerra y especialmente a esta aventura de (George W.) Bush.
Los socialistas se comprometieron a reformas en lo económico, lo político, lo social, lo previsional y lo internacional. Sus puntos más importantes son: remover a la Corte Suprema de Justicia, revisar los contratos de concesión de las empresas de servicios públicos "hasta tanto regresen al dominio del Estado" y crear una empresa estatal de petróleo.
Giustiniani también se comprometió a analizar y renegociar la deuda externa y pagar sólo "la parte que se considere legítima", generar un shock redistributivo a través del Ingreso Mínimo Garantizado, apoyar las pymes desde el Estado. e impulsar la obra pública.
También realzó la creación de un sistema único de salud, el rol estatal en la concesión de jubilaciones y la libre movilidad entre el sistema de reparto y el de capitalización.