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Lucha de poder

El líder yanqui ha decidido arrasar uno o más países de Medio Oriente usando argumentos poco convincentes. Demás está decir que la inminente invasión puede propagarse y encender la mecha de una tercera guerra mundial, con consecuencias imprevisibles para toda la humanidad. El belicoso presidente, sus asesores y aliados deberán cargar sobre sus conciencias la muerte, invalidez y destrucción de viviendas de miles y miles de mujeres, niños y ancianos indefensos. Es un precio muy caro que debe pagar un mundo empobrecido y hambriento para que una superpotencia controle las reservas petroleras y mantenga la hegemonía conseguida generalmente por la fuerza. Resulta increíble que ya planifiquen la atención a las víctimas que ellos mismos provocarán y que proyecten a su antojo dividir a Irak en tres territorios gobernados por títeres adictos. A esta altura es una utopía pensar en el principio de autodeterminación de los pueblos que deben garantizar las Naciones Unidas.
Cayetano Teodoro Bello