La búsqueda del crucero General Belgrano, hundido durante la guerra de Malvinas, terminó ayer sin resultados positivos. La National Geographic decidió suspender la misión por el mal tiempo y antes de que las tres naves regresaran al continente, los marinos argentinos homenajearon a las víctimas del naufragio.
El regreso comenzó ayer a las 2, luego que los marinos argentinos gritaran tres veces "Viva la Patria", pusieran la bandera a media asta y lanzaran al mar una ofrenda floral.
El fracaso de la misión no permitirá certificar en forma fehaciente la denuncia argentina de que el Belgrano fue hundido por el submarino británico Conqueror fuera del área de exclusión fijada unilateralmente por Gran Bretaña durante el conflicto, lo que fue calificado como un "crimen de guerra".
La noticia de la suspensión de la búsqueda fue dada por voceros de Armada Argentina y de la National Geographic, quienes anunciaron que el responsable de la misión, Curt Newport, brindará una conferencia pasado mañana en Buenos Aires.
Newport adelantó que "las expediciones como estas no son fáciles y la nuestra no fue una excepción. Como sucede con todo lo que se pierde en el mar, nunca se sabe el lugar exacto del hundimiento".
La búsqueda se inició hace diez días a 100 millas náuticas de Ushuaia, con olas de nueve metros y vientos de casi 100 kilómetros por hora y se suspendió ayer a horas de cumplirse el primer plazo que se habían impuesto los norteamericanos para trabajar con un sonar y una sonda submarina capaz de llegar hasta los 4.200 de profundidad en que está el Belgrano.
La misión tenía que partir de Ushuaia el martes 25 de febrero pero se inició el domingo 2 de marzo, según la organización, por "problemas técnicos"; pero a poco de empezar, apareció el principal problema que debían enfrentar: el mal tiempo.
A la región fue la nave contratada por la National Geographic, el Seacor Lenga, acompañada por la corbeta Robinson y el buque Puerto Deseado, de la Armada argentina.
Fuerte oleaje e intensos vientos
El fuerte oleaje propio de la región y los intensos vientos dificultaban el barrido que tenía que hacer el sonar colocado al costado del Seacor Lenga, por lo que nunca se llegó a montar o lanzar la sonda que debía bajar a las tremendas profundidades.
John Bredar, el productor del programa ejemplificó -al comenzar el trabajo, desde Washington- que "la búsqueda era como pararse sobre el Empire State y tratar de localizar un alfiler en el piso".
La misión reunió a cinco norteamericanos, incluídos los encargados de la filmación y del manejo del sonar y la sonda, a dos veteranos ingleses del Conqueror y a dos sobrevivientes del Belgrano: el capitán de Navío y entonces segundo comandante, Pedro Galizzi y el capitán de Fragata, Carlos Castro Madero.
Los dos marinos, junto a los ocupantes de los barcos argentinos, realizaron ante los extranjeros el homenaje a los 323 argentinos muertos por el ataque.
En ese acto se leyó un mensaje que el jefe de la Armada, almirante Joaquín Stella envió al ser notificado de que la misión abortaba, aunque no sin antes rendir tributo a los muertos.
"El toque de silencio que en breve nos recordará sus ausencias, es el tributo de un pueblo que, respetuoso y agradecido, venera a sus héroes. Este homenaje -precisó- se hace extensivo a todos los que cumplieron con su deber en la gloriosa gesta de Malvinas".
Denuncia de familiares
El final de la misión se produjo tres días después que un juez de Ushuaia hizo lugar a una medida cautelar para suspender "cualquier tipo de actividad que ponga en peligro los derechos tutelados de la ley que declara Lugar Histórico Nacional y Tumba de Guerra" a los restos del Belgrano.
El recurso fue pedido por dos mujeres que perdieron a sus hijos en el crucero, integrantes de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas, quienes se opusieron a la misión antes de que comenzara. (Télam)