Año CXXXVI
 Nº 49.781
Rosario,
viernes  14 de
marzo de 2003
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Serbia lucha contra la mafia que dejó Milosevic
Detuvieron por el crimen del premier a 200 integrantes de un clan criminal liderado por amigos del ex dictador

Belgrado. - La policía de Belgrado detuvo ayer a unas doscientas personas vinculadas a un clan mafioso sospechoso de asesinar al primer ministro serbio Zoran Djindjic, en un atentado que según el gobierno tiene por objetivo "poner fin al desarrollo y democratización de Serbia". El asesinato de quien era el líder político del país y enemigo declarado de los grupos mafiosos -ligados al anterior régimen de Slobodan Milosevic y a los grupos xenófobos- podría desbaratar la estabilidad lograda por Serbia y Montenegro (la ex Yugoslavia) desde la instauración democrática de fines de 2000, cuando cayó el régimen poscomunista de Milosevic.
"Unas 200 personas vinculadas con el grupo mafioso sospechoso de haber asesinado al primer ministro serbio, fueron detenidas", informó el ex viceprimer ministro serbio Nebojsa Covic, quien fue designado como nuevo primer ministro en reemplazo de Djindjic. No obstante, la mayoría de los miembros del grupo incriminado, el "clan de Zemún" (un suburbio de Belgrado), huyeron, afirmó la policía.
El ministro del Interior, Dusan Mihajlovic, prometió que se tomarán "medidas drásticas" contra los sospechosos: "Detendremos a todos los responsables y aniquilaremos a todos aquellos que se resistan a la policía".

El preferido de "Slobo"
El gobierno serbio indicó que Milorad Lukovic, alias "Legija", antiguo jefe de los "boinas rojas", una unidad de la policía especial del gobierno de Slobodan Milosevic, es el líder de la organización que planeó y cometió el crimen de Djindjic. Este fue el responsable de la extradición de el ex dictador al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) de La Haya. Lukovic, hijo predilecto de "Slobo" Milosevic, se ganó empero la simpatía del actual poder al negarse a ordenar la represión de los miles de manifestantes que defendían en las calles de Belgrado la victoria electoral de la oposición en octubre de 2000.
Pero tras el traslado de Milosevic a La Haya en junio del 2001, por orden de Djindjic, Legija y sus adeptos se enemistaron con el gobierno. "Esta banda delictiva es más fuerte que el Estado", advirtió el actual vicepremier serbio Zarko Korac, al fundamentar la declaración del estado de emergencia, adoptado ayer tras el asesinato del premier. "Tienen en sus filas políticos, jueces, abogados, policías, periodistas y dinero, mucho dinero", resaltó el funcionario serbio. Según Korac, los miembros de esa banda habían recibido informaciones sobre su inminente detención y por esta razón habían decidido asesinar al premier.
De acuerdo con algunas fuentes, entre los detenidos también podría hallarse el ex jefe de la seguridad del Estado de Serbia, Jovica Stanisic y el ex comandante de la unidad especial antiterrorista (SAJ) Franki Simatovic.

Futuro de inestabilidad
La desaparición de una figura de tanto peso como Djindjic podría reavivar la llama del nacionalismo en Serbia y desestabilizar Kosovo, Bosnia y Montenegro, estiman expertos y diplomáticos de la región. Todo depende de la incierta supervivencia de la coalición Oposición democrática de Serbia (DOS) que lideraba el primer ministro asesinado.
Si el partido estalla en pedazos, existe el riesgo de que se produzca un resurgimiento del nacionalismo y, con ello, la desestabilización de los vecinos de Serbia."Los Balcanes podrían estallar de nuevo, ahora que por primera vez en quince años, no existía fuente alguna de inestabilidad en la región", comentó un diplomático de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (Osce). "Si la coalición estalla, esto podría alentar un retorno del nacionalismo y ello a su vez podría empujar a los albaneses de Kosovo y a los montenegrinos a buscar su independencia", declaró el director del Instituto Austríaco de Estudios sobre Europa del Este, Peter Jordan.
Kosovo, de mayoría albanesa, que forma jurídicamente parte de Serbia, está administrada por la ONU, pero los nacionalistas no renunciaron a la independencia. Montenegro aceptó incorporarse al nuevo estado de Serbia-Montenegro, que nació el 4 de febrero, si bien previamente había jugado con la idea de una declaración de independencia.
"Podríamos asistir a un nuevo episodio de nacionalismo en la entidad serbia de Bosnia, que podría contagiarse a la parte croata y musulmana" de Bosnia, advirtió Jordan. (AFP)



El tributo en Belgrado a Zoran Djindjic.
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