Año CXXXVI
 Nº 49.781
Rosario,
viernes  14 de
marzo de 2003
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¿Impunidad? El dueño es sobrino del director del Distrito Norte Villa Hortensia
Una disco roba la luz, carece de habilitación y hasta la limpia Cliba
Los vecinos de Colombres al 1800 están escandalizados: a la noche no pueden dormir por los altos niveles de ruido

En Colombres al 1800 los vecinos están que trinan. Desde hace varios meses una disco "a cielo abierto" transformó la tranquilidad de la cuadra, en noches de insomnio, gritos, riñas, botellazos y sobre todo alto niveles de ruido. El local nocturno no está habilitado, adultera el medidor de la luz -según constató la EPE- y sus responsables son familiares directos de un alto funcionario de la Municipalidad: el director del Distrito Norte Villa Hortensia, Gerardo Borghi. Quizás por eso, los barrenderos de la concesionaria de recolección de residuos Cliba son los encargados de limpiar el local, algo que está expresamente prohibido por la Secretaría de Servicios Públicos. Los vecinos linderos a la disco trucha no aguantan más y amenazan con ir a la Justicia ante la vista gorda de la Municipalidad.
"Dentro de mi casa vibran las paredes. De jueves a domingos tenemos que dormir en una pieza de servicio que está bajo tierra, pero aún así las noches son interminables", relató a La Capital una vecina de Colombres 1875.
Hasta ahora, las denuncias al municipio y la policía han caído en saco roto. En pleno enero -época del receso municipal-, el local cambió sorpresivamente de rubro. Adonde funcionaba una parrilla, se anexaron luces psicodélicas, bafles en el patio y música hasta la madrugada.
En los registros de la EPE, Babylon consiguió el suministro de energía eléctrica el 21 de enero a nombre de uno de sus responsables: Pablo Emilio Boretto. El joven puso de garante en el trámite para obtener el alta del medidor a su abuelo William Borghi.
A partir de allí, los vecinos comenzaron a sospechar de un supuesto tráfico de influencias entre los dueños del boliche y funcionarios municipales, dado que William Borghi es el padre del director de Villa Hortensia, Gerardo Borghi. Es decir, el responsable del Distrito Norte es tío del dueño de Babylon.
El menú de irregularidades de esta disco es variado. La Empresa Provincial de la Energía (EPE) labró el 27 de febrero pasado un acta por fraude al constatarse en Babylon que el precinto de seguridad del medidor se encontraba violado y los niveles de consumo de electricidad fueron adulterados.

Sin habilitación
Pero esto no es lo más grotesco. Desde enero, Babylon invita a través de sus afiches y tarjetas a diversas fiestas con disc jockeys y movida dance. Pero se olvidaron un detalle: contar con la correspondiente habilitación municipal para funcionar bajo la ordenanza de espectáculos públicos.
La Capital accedió al listado actualizado de los boliches autorizados por la Dirección Municipal de Registración e Inspección, y Babylon no figura ni como confitería bailable, ni como night club, cantina o discoteca.
Otra nueva irregularidad le confiere al caso ribetes de escándalo. El local de Colombres al 1800 recibe la visita periódica de los barrenderos de Cliba (concesionaria municipal), quienes, escoba en mano, se encargan de limpiar el lugar tras las concurridas fiestas que duran hasta bien entrada la madrugada.
Esta actitud dejó atónito al propio secretario de Servicios Públicos, Miguel Lifschitz, al asegurar a este diario que "este tipo de changuitas no está permitida bajo ningún punto de vista por el poder concedente (o sea la Municipalidad), y mucho menos en el horario de trabajo y peor aún vistiendo el uniforme de la concesionaria".

El boliche en casa
Pero quienes realmente se sienten impotentes son los vecinos de Babylon. Y ante los niveles de ruido que emiten los parlantes de esta disco, una de las familias que habita el condominio de Colombres 1875 contrató una empresa privada de medición sonora que obtuvo resultados alarmantes: 70 decibeles en el dormitorio (lo máximo permitido es 35) y un promedio de 65 decibeles en el resto de la casa. La experiencia se repitió con las ventanas cerradas y arrojó resultados parecidos.
"Es un boliche sin ningún tipo de aislación acústica, y encima una parte del local está al aire libre. ¿Se puede dormir con los bafles a 10 metros de la cama?", se preguntó indignado otro vecino.
Pero al cansancio se le antepuso un plan de acción por parte de los frentistas, que derivó hace pocos días en un incidente. Cuando los vecinos quisieron documentar con fotografías la muchedumbre de gente bailando al aire libre, y a pocos metros de sus ventanas, sufrieron como represalia una lluvia de piedrazos que terminaron con insultos por parte de los encargados del local, situación que fue denunciada a la seccional 10ª de policía.
Ahora y ante la gravedad de las irregularidades, un equipo de abogados que representa a los vecinos ya tiene lista una demanda para radicarla en los Tribunales provinciales.
Todo esto mientras el secretario de Gobierno, Juan Carlos Zabalza, lanzó días atrás una ronda de consultas con empresarios de la noche y vecinos con el fin de hacer "más eficientes los controles" en las disco y confiterías bailables. Las familias de Colombres al 1800 sienten que les están tomando el pelo.



Cliba limpia el boliche como si fuera propiedad municipal. (Foto: Enrique Rodríguez)
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