Asalto con rehenes en una vivienda santafesina

Santa Fe.- Una escribana riojana, su hijo de 14 años y un sobrino de 18 vivieron dos horas de pánico cuando un trío de asaltantes los mantuvo como rehenes en su propia casa bajo amenazas de armas de fuego. El caso se resolvió cuando los delincuentes se entregaron a los policías que habían rodeado la manzana. Anoche, fuentes de la Jefatura santafesina y el mismo juez que intervino en el episodio sostenían que los tres hombres serían parte de una banda que en los últimos días cometió una serie de atracos en otras viviendas de la ciudad.
Todo se inició poco después de la 7.30 en la casa de Padilla 2552, en el barrio Escalante, a unas 30 cuadras del microcentro de esta ciudad. Hasta allí arribaron tres asaltantes a bordo de un Volkswagen Gol. Golpearon aduciendo ser policías que tenían una orden de allanamiento y cuando les franquearon la puerta exhibieron armas e ingresaron a la casa. Allí estaban una escribana de apellido Saluzzo junto a su hijo de 14 años y su sobrino, de 18 cuyas identidades no fueron reveladas.
Pocos minutos después, un vecino que sospechó llamó a la casa y observó las señas desesperadas de la escribana por una ventana. Entonces dio aviso a la policía. Un cabo del Comando Radioeléctrico detuvo la marcha de su patrulla en cercanías de la casa y a pie se dirigió hacia el lugar. Así verificó que la mujer no podía hablarle pero que tenía el rostro desencajado y denotaba la presencia de personas extrañas dentro del domicilio.
Entonces el suboficial retornó a su vehículo y pidió refuerzos. Integrantes del Grupo de Operaciones Especiales de la Unidad Regional I llegaron y entablaron negociaciones con los delincuentes.
Así, un mediador policial empezó a dialogar con quienes estaban dentro de la casa tomada mientras los delincuentes mantenían a la escribana, su hijo y su sobrino como escudos humanos y apuntados con armas. Con un revuelo de vecinos tras los vallados policiales, dos horas después los delincuentes aceptaron entregarse a los policías arrojando sus armas a la calle y liberando a los rehenes sanos y salvos.
Según fuentes de Jefatura, los apresados son Juan Carlos Lucas, de 39 años; Adrián Carlos Marcolín, de 32 y Luis Eugenio Ojeda, de 25, todos residentes en "barrios pesados del oeste de la ciudad".
A partir de la identificación de los tres hombres, los investigadores sugirieron que serían parte de una banda que concretó asaltos a fincas de la zona norte de la ciudad en las últimas semanas. Por ello, el juez de instrucción Julio César Costa dispuso allanamientos.
Los investigadores no descartaban ayer que los tres detenidos pudieran estar implicados en el asalto a una casa de avenida General Paz al 7900 que fue desvalijada tras golpear salvajemente una anciana. Incluso, se cree que son los autores del crimen de Antonia Saavedra Naya, una mujer española de 81 años cuyo cadáver apareció el martes último en una casa de San Jerónimo al 2400, pleno centro de la ciudad.