Por causas que aún se desconocen, 8 de cada mil niños argentinos nacen con malformaciones cardíacas que se generan durante el embarazo (cardiopatías congénitas). Las deficiencias constitucionales del músculo cardíaco provocan desde una leve disfunción hasta el riesgo de muerte. Muchas pueden curarse, pero es fundamental que sean detectadas y tratadas en las primeras semanas de vida.
Con el objetivo de detectar y tratar convenientemente estas afecciones, se puso en marcha la campaña Solidarísimos, auspiciada por una empresa láctea juntamente con la Fundación Favaloro, cuyo objetivo es reunir un millón de pesos destinados a ampliar los servicios que la institución brinda a las familias de menores recursos (ver aparte).
El cardiólogo rosarino Carlos Alberto Miretti y el jefe de terapia intensiva pediátrica de la Fundación Favaloro, Julio Trentadue, explicaron a La Capital las formas de diagnosticar y tratar convenientemente la enfermedad. "Gracias a los últimos avances se pueden hacer diagnósticos muy precoces durante el embarazo mediante la ecocardiografía fetal", explicó Miretti. El estudio no se efectúa en forma rutinaria en todas las embarazadas y al respecto el pediatra recomendó hacerlo en aquellas con antecedentes familiares de cardiopatías o parejas de riesgo.
Algunas cardiopatías no son detectables en el feto, sea porque se trata de un proceso normal que se convierte en anómalo cuando persiste luego del nacimiento o bien porque son tan leves que es imposible visualizarlas, manifestándose recién al nacer o incluso meses después.
Por ello el profesional aconsejó el estudio de niños con padres o abuelos hipertensos, porque esto incrementa el riesgo de padecer la afección. "El médico debe tomar la presión arterial en forma rutinaria a sus pacientes, utilizando el manguito adecuado (que cubra las dos terceras partes del brazo)", dijo. Otros factores de riesgo son la obesidad y la vida sedentaria.
Color azul
Existen dos tipos de cardiopatías: cianóticas y acianóticas. La diferencia está en que se manifieste con o sin cianosis (coloración azulada de la piel). Esta indica que existen defectos que impiden que la sangre transporte suficiente oxígeno. Las cardiopatías cianóticas se manifiestan en general desde poco después del nacimiento. En tanto, las acianóticas pueden provocar insuficiencias cardíacas y obstrucciones circulatorias.
En ambos casos, detectadas a tiempo, son curables o al menos paliables. "Se puede corregir el defecto congénito o por lo menos atenuar sus efectos", aclaró el doctor Trentadue, de la Fundación Favaloro.
En cuanto a la orientación del tratamiento, explicó que no todas las cardiopatías deben operarse, "algunas se solucionan espontáneamente o con la terapia adecuada", aseguró. "Un 70% requiere cirugía, la mayoría antes del año de vida. Otras pueden resolverse con procedimientos por cateterismo, menos invasivos", aclaró.
Finalmente Trentadue aseguró que el 10% de la mortalidad infantil "tiene que ver con las enfermedades cardiológicas y más de la mitad de las causas que la producen son modificables con un diagnóstico y tratamiento adecuado".