Recién abierto el nuevo año judicial ya se observan los ejes alrededor de los cuales gira la actividad, en particular el nuevo método para elegir jueces y la repercusión en los Tribunales de una creciente conflictividad, incluidos los remates judiciales. Uno de los principales protagonistas de la actividad judicial por su rol representativo, el presidente del Colegio de Abogados, Mario Holand, se pronuncia sobre estos temas. -¿Cuáles son los objetivos para el 2003? -Perseguimos el propósito de continuar con los iniciados el año pasado. Por un lado, perseverar ante los poderes del Estado en la pretensión de un mejoramiento permanente en el servicio de justicia y también, por otro lado, ampliar y mejorar los servicios que los colegiados deben recibir. -Precisamente, en cuanto al primer aspecto, acaba de ponerse en marcha el nuevo sistema de selección de jueces mediante el concurso de antecedentes, oposición y entrevista personal, que fue instado por el Colegio rosarino. ¿Están satisfechos? -El año pasado, luego de muchos años de esfuerzo, se dictó el reglamento para la selección de jueces, pero lamentablemente se mantienen asimetrías en detrimento de los colegiados y a favor de los jueces, sobre todo en la valoración de algunos antecedentes. Sin embargo, aunque sabemos que no es el reglamento ideal, el pretendido, algo se avanzó si recordamos desde dónde arrancamos, cuando no existía un proceso como el que ahora se inicia para demostrar la idoneidad de los candidatos. Ahora corresponde seguir trabajando para mejorarlo hasta que el Consejo tenga rango constitucional. Mientras tanto insistiremos en la cobertura urgente de las vacantes y también debemos avanzar en la modificación de la ley de enjuiciamiento a los jueces, por lo cual hemos tenido reuniones con los demás colegios para cambiar puntos de vista. -Un asunto candente son las complicaciones, a veces con ribetes escandalosos, que rodean a los remates judiciales. ¿El Colegio tiene posición tomada? -Bregamos para que los remates judiciales se realicen en el ámbito del Tribunal. Las desgraciadas experiencias convalidan los argumentos de nuestros reclamos. Recordemos que se suspendieron numerosos remates, con riesgo físico para las personas asistentes, profesionales, funcionarios judiciales y afectación directa a la seguridad jurídica para las partes en el juicio. Hemos advertido a las autoridades de eventuales mayores riesgos que deben evitarse. -Otro tema es el crecimiento del índice de conflictividad. ¿Acompaña esa evolución la infraestructura de los Tribunales? -Debemos reiterar la necesidad de mejorar la operatividad de los juzgados. Somos conscientes de que el índice de conflictividad aumenta año a año y por consiguiente se incrementa el número de expedientes. Es preciso incorporar personal suficiente para una mejor atención a los colegiados y evitar dilaciones innecesarias. -Usted destacó entre los objetivos prioritarios del Colegio mejorar los servicios que brinda. ¿Cuáles son esas mejoras? -En cuanto a los servicios directos a los colegiados debemos recordar que en noviembre del año pasado inauguramos la nueva biblioteca y sector informático con entregas a domicilio. Ahora, para fin de mes, concretaremos el traslado de la sede administrativa a bulevar Oroño: en la planta baja estará la recepción y en la planta alta presidencia, directorio, la secretaría, matrícula y tesorería. El traslado permitirá que el Colegio tenga su sede independiente del ámbito del tribunal, con ampliación del horario hasta las 18. También mantendremos la sala para reuniones de institutos y comisiones de estudio. En el ámbito de Tribunales mantendremos el despacho del directorio, una sala para reuniones de institutos o comisiones de estudio, un anexo de tesorería en el cual el abogado podrá abonar la cuota, impuestos y servicios, una más amplia sala de máquinas y la incorporación de pequeños boxes para breves reuniones de trabajo de los colegas.
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