| | Las FFAA dejarán Río El Ejército de Brasil no combatirá con tropas al narcotráfico, pero colaborará en tareas de inteligencia
| El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, mantendrá inalterable la norma que impide a las Fuerzas Armadas participar directamente en el combate al narcotráfico, aseguró el ministro de Defensa, José Viegas. No pensamos realizar ninguna alteración constitucional para que las tropas del Ejército se involucren más en el combate al narcotráfico", expresó Viegas, quien afirmó que la casi totalidad de los militares brasileños se opone a esa idea, defendida por el gobierno de Estados Unidos. Viegas dijo que el Ejército volverá a los cuarteles en el próximo fin de semana y que seguirán alertas, cooperarán con los policías en "acciones de inteligencia en el marco del combate a las bandas de narcotraficantes que dominan varias favelas y que hace dos semanas comandaron una ola de disturbios con incendios de ómnibus, explosión de bombas caseras y cierres de comercios y escuelas. El Ministerio brasileño de Defensa elabora actualmente un proyecto para una nueva Política de Defensa Nacional (PDN), que será elevado al análisis de Lula da Silva, quien asumió el poder en Brasil en enero último. El plan propone, entre otras medidas, un refuerzo en la vigilancia de las fronteras con la participación de los militares, el perfeccionamiento de las policías de los Estados brasileños y una mejor coordinación entre las Fuerzas Armadas y la Policía Federal en acciones conjuntas. Un integrante del alto comando de las Fuerzas Armadas, quien pidió no ser identificado, consideró que los militares pueden ser más eficientes en el combate al narcotráfico si se mejora la coordinación con la Policía Federal. Según ese general, en algunos episodios recientes ese tipo de cooperación cosechó buenos resultados, con el apoyo de la Aeronáutica en el control del tráfico aéreo para permitir la interceptación de aeronaves de narcotraficantes. La fuente apuntó que ese tipo de trabajo es realizado "no por imposición de Estados Unidos, sino porque esta es una misión de las Fuerzas Armadas". Sin embargo, otros analistas, opinan que ningún esfuerzo será suficiente para impedir totalmente el ingreso de drogas a través de los 15.000 kilómetros de frontera que tiene Brasil con otros países sudamericanos. Para reafirmar esa idea, se cita el caso de EEUU, quien no pudo eliminar los problemas en la frontera con México, que es pequeña si se la compara con la de Brasil, que tiene 15.000 kilómetros, en su mayor parte en región de selva. Para mejorar el control en la despoblada Amazonia -una de las principales puertas para el ingreso de armas y drogas en el país-, Brasil puso en operación en julio del año pasado el proyecto Sivam, un sofisticado sistema de radares que permite controlar el tráfico aéreo en la región selvática de 5,2 millones de kilómetros cuadrados. (DPA)
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