"Primero vamos a aumentar los salarios y cuando tengamos recuperado el poder adquisitivo podremos pensar qué se hace con las tarifas", aseguró ayer el candidato presidencial del Movimiento Nacional y Popular, Adolfo Rodríguez Saá, después de confesar que está a favor de mantener la relación cambiaria "como está" tras la devaluación del peso.
"Hay que mantener la situación (cambiaria) como está y liberar los salarios para que recuperen su valor adquisitivo, poner en marcha el aparato productivo del país y defender el valor de la moneda nacional", insistió una y otra vez el puntano que hoy estará en Rosario.
En declaraciones a una radio porteña, Rodríguez Saá también ratificó su voluntad de elevar el salario mínimo, vital y móvil a 500 pesos y rechazó un eventual aumento de tarifas si previamente no se recupera el nivel adquisitivo de los trabajadores.
"Las tarifas no deben aumentar. Hay que preocuparse primero de los trabajadores, porque la inflación ha traído un deterioro (para las empresas) pero el máximo deterioro ha sido para los trabajadores argentinos que con la devaluación pasaron a tener los salarios en términos de los más bajos de Latinoamérica", aseveró.
Rodríguez Saá estará hoy en Rosario y a las 18 dará una conferencia de prensa en el Sindicato de Conductores de Camiones -Pasco 1043-. Responderá a un amplio temario y en especial fundamentará el lanzamiento y contenido programático, político y social de "Las cien medidas para los primeros cien días de gobierno".
Más tarde, alrededor de las 20, presidirá un acto en Sportivo América -Tucumán 2159-, acompañado por Melchor Posse, quien lo secunda en la fórmula, y por Aldo Rico, candidato a gobernador de Buenos Aires por el adolfismo. Posse, mientras, hablará con gente del radicalismo y dirigentes empresarios, profesionales y gremiales, en el hotel de Alvear al 500.
Volviendo a las declaraciones de ayer, y sobre la eventual redolarización de las deudas, Rodríguez Saá propuso "refinanciar todas las deudas hipotecarias, en un plazo máximo del 2012", las cuales "no se podrán dolarizar y deberán tener relación la cuota con el salario de los trabajadores".
Destacó que su movimiento propugna "destruir la corrupción estructural, hacer un gobierno austero y poner en marcha un formidable plan de obras públicas que ponga en marcha la economía del país".
"A la Argentina la han destruido y está muy mal, hay millones de excluidos y nuestro movimiento es el único que hace una propuesta de cambio seria", aseguró.
El puntano, admitió que durante su efímero paso por la Casa Rosada propuso hacer una tercera moneda para llevar adelante una "devaluación ordenada", y dijo que en la actualidad hay que mantener la situación del dólar "como está".
Rodríguez Saá reconoció que propuso "hacer una segunda moneda que iba a permitir hacer una devaluación ordenada. Hecha la devaluación, producida la inflación que se produjo y estando el dólar hoy en situación de equilibrio, hay que mantener la situación como está".
Hora de reconocer errores
En su momento, el ahora candidato puntano había propuesto, en rigor, una tercera moneda, llamada argentino, como alternativa al peso y al dólar, para no salir justamente de la convertibilidad.
Además, concedió que fue un "error" haber llamado al ex intendente de Buenos Aires Carlos Grosso para que ocupe un cargo durante su gestión al frente del país, y adelantó que no volverá a cometerlo.
"Soy una persona humilde por los errores cometidos, entre ellos estaba la designación de Grosso. Todas las designaciones fueron pedidas por los gobernadores. No voy a cometer ese error", afirmó.
También sostuvo que su rival Carlos Menem hizo "algunas cosas buenas y muchísimas malas" en sus diez años de gestión, y lo definió como "autor, junto a (Raúl) Alfonsín y (Eduardo) Duhalde, de la destrucción de Argentina".
"Kirchner es una nueva cara en la política. Me parecía interesante cuando se movía en espacio propio, hoy es duhaldista, es (igual a) Duhalde, es el presente", opinó, al hablar de otro de sus oponentes.
En alusión a la candidata presidencial del ARI, Elisa Carrió, Rodríguez Saá no anduvo con vueltas: "Me suena una persona hábil para denunciar, (pero) no creo que sea buena gobernante".