Cañada de Gómez. - Los ex empleados de la cristalería Vitrofín que formaron una cooperativa de trabajo se instalaron finalmente en la planta e iniciaron las tareas de limpieza y arreglo de las instalaciones, tal como ordenó la jueza cañadense Adriana Cuaranta en virtud de un pedido de los obreros. Cumplido este paso importante para la reactivación de la fuente laboral, y mientras se aprestan a empezar a producir, la concreción de otro objetivo ya está en marcha: comprar la fábrica, para lo cual ya iniciaron gestiones ante el Ministerio de Economía de la Nación.
Como informara La Capital en su edición del pasado 24 de febrero, los ex trabajadores de Vitrofín habían presentado un proyecto reactivación a Cuaranta, titular del Juzgado de 1ª Instancia en lo Civil, Comercial y Laboral de Cañada de Gómez. La magistrada les dio la custodia de la planta que al cerrar -en 1995- empleaba más de cien operarios.
La idea de los emprendedores es retomar la producción de vasos, jarras y copas, entre otros productos, bajo la marca Vitrofín, sobre la base de que la devaluación convirtió en accesibles los productos que se fabrican en forma artesanal. También existe un plan de negocios presentado por la cooperativa -integrante del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas- que contempla incluso vender en el exterior.
Miembros de la cooperativa viajaron a Rosario acompañados del intendente cañadense Amílcar Abate para pedir apoyo económico y financiero para continuar con el emprendimiento. También requirieron de planes de empleo para que los ex obreros e integrantes de la cooperativa tengan algunos ingresos hasta que la planta comience a producir.
El presidente de la cooperativa, Carlos Millán, consignó que la reunión realizada con funcionarios nacionales constituyó "un nuevo paso para comenzar con la fabricación". Las gestiones se hicieron extensivas a la Fundación Exportar, quienes brindaron asesoramiento para colocar algunos productos en el mercado externo. "Con los funcionarios estamos analizando diversas alternativas mientras elaboramos nuevas propuestas que deberán ser estudiadas", añadió Millán.
Pero para ello habrá que sortear otro escollo, ya que en los últimos tiempos se produjeron en la planta "robos constantes que la dejaron prácticamente inutilizable", explicó Millán.
Saqueos
Néstor Perret, otro miembro de la cooperativa que trabajó en la planta durante 30 años, dijo que el panorama de la empresa como consecuencia de los saqueos "es tétrico". Tal cual lo denunciaron en anteriores ediciones de La Capital "se llevaron hasta los equipos de aire acondicionado de las oficinas".
Por su parte, el síndico de la cooperativa, Juan José Schaer, señaló que algunos de los elementos que fueron robados "están identificados". En este sentido, afirmó que tanto la policía cañadense como la propia cooperativa están trabajando en el esclarecimiento de algunos hechos.
Vecinos de la zona habían denunciado oportunamente a este diario la aparición de vehículos con personas que cargaban materiales y equipos de la empresa que estaban bajo la custodia de la sucursal cañadense del Banco Nación. El saqueo incluyó hasta las aberturas del frente del inmueble. Contaron que en una oportunidad se llevaron las chapas de los techos y hasta ladrillos, de lo que se infiere que los delincuentes derribaron paredes internas. En uno de los laterales del establecimiento había un portón que permanecía abierto.
Pero si bien las instalaciones están deterioradas, los alrededor de 40 ex operarios que conforman la cooperativa estiman que cuentan con el material humano necesario para "provocar un cambio en la historia de la empresa". Mientras, se organizaron por turnos para los trabajos de limpieza y custodia.
La Ciudad
