Conflicto en ciernes con Brasil por el arancel azucarero

El gobierno brasileño expresó ayer su "profunda preocupación" por la decisión del Senado de derribar el veto del presidente Eduardo Duhalde a una ley que prevé un arancel de protección para el azúcar, que tendrá "repercusiones negativas para las exportaciones de azúcar brasileño" hacia la Argentina.
"La perspectiva de que se extienda por ley una sobretasa de protección al azúcar argentino emite una señal preocupante, con repercusión negativa no sólo para las relaciones comerciales bilaterales, sino también para los esfuerzos que se desarrollan con gran empeño para revitalizar el Mercosur", indicó una nota oficial de la cancillería brasileña.
Según este comunicado, el gobierno de Lula da Silva "permanece abierto a la negociación de un entendimiento definitivo sobre el azúcar en el ámbito del Mercosur, capaz de ofrecer las garantías requeridas por el sector azucarero del noroeste argentino y favorecer el aumento de la integración productiva entre los sectores privados de los dos países".
El Senado aprobó el jueves por unanimidad la aplicación de un arancel de 20% a las importaciones de azúcar, con el objetivo de defender a la industria local frente a la competencia de Brasil, cuya producción estaría beneficiada por subsidios, según una vieja discusión entre productores locales y brasileños.
El Ministerio de Economía impulsó en noviembre pasado el veto de una iniciativa similar aprobada en el Congreso, pero el Senado rechazó el veto presidencial y ratificó la redacción original.
La norma, que ahora debe ser tratada en Diputados, establece la aplicación hasta 2005 de un régimen de protección especial destinado a desalentar la entrada al mercado interno de azúcar proveniente de Brasil, uno de los principales productores mundiales.
Los aranceles a la importación de azúcar constituyen una vieja demanda de los productores argentinos, quienes alegan que Brasil subvenciona la producción azucarera. Las críticas apuntan al Programa Pro Alcohol, por el cual en Brasil se utiliza la caña de azúcar para elaborar alconafta subsidiada debido a la escasez de petróleo en el país vecino.
La elaboración del azúcar recibe indirectamente ese mismo subsidio, lo que permite una competencia del excedente brasileño en el mercado argentino con claras ventajas sobre la producción local.