| | Hoy tranquilos, pero la herencia será difícil
| Salvador Di Stéfano / La Capital
La redolarización de los depósitos no trajo zozobra en el escenario financiero de corto plazo, ya que la redolarización se dio sobre un caso puntual. El Banco Nación y el gobierno de San Luis tendrán 60 días para ponerse de acuerdo, pero un bono compulsivo asoma en el escenario y la resolución de la redolarización de los depósitos quedará en manos del nuevo gobierno. Los bancos sólo pagarán 1,40 más CER a los ahorristas y la diferencia queda a cargo del Estado. Surgen tres posibilidades: * El gobierno entrega bonos en dólares a los bancos por la diferencia y éstos les entregan dólares en efectivo a los ahorristas, en el marco de una reprogramación. Es una opción improbable porque los bancos tienen créditos con el sector público por un equivalente al 60% de sus activos y cuatro veces su patrimonio. Con más bonos en su poder, sería el t75% de los activos y cinco veces su patrimonio neto, más estatal que privada. * Los bancos pagan 1,40 más CER y el Estado la diferencia con un bono en dólares. Es una alternativa probable pero engorrosa. Serían bonos compulsivos en dólares a 10 años, algo difícil de llevar adelante mes a mes con el grado de ineficiencia estatal. No habría perjuicio para los bancos y los ahorristas tendrían una parte en efectivo y el resto a 10 años. * El gobierno canjea Cedros por un bono compulsivo (Boden 2012) en dólares por un total de 9.000 millones de dólares. Los principales beneficiados son los bancos porque el Boden paga intereses semestrales equivalentes a la tasa Libor a 180 días que se ubica en el 1,7% anual, con amortización en ocho cuotas mensuales y consecutivas del 12,5% del capital a partir de agosto del año 2005 en adelante. Así, los bancos comenzarían a devolver el capital en agosto de 2005 a 1,40 peso más CER y el resto a cargo del Estado. Los bancos quedarían con un pasivo potencial importante, pero tendrán la liquidez necesaria para afrontar nuevos negocios en el corto plazo. La mejor alternativa para la economía en su conjunto es la tercera, pero es lo peor para el ahorrista, a quien le conviene la primera alternativa, porque recibe todos los dólares depositados originalmente. Claro que esto produciría una crisis de iliquidez y problemas para la solvencia de los bancos y la economía en general. Por cierto, no existe una solución que satisfaga a todas las partes. Los dólares ya no están y todos tendrán que flexibilizar sus pretensiones para que puedan cobrar, la maraña de leyes y desarreglos realizados hasta ahora no da lugar a una solución inmediata de los problemas. Conclusión: La redolarización no es un problema,pero sí una herencia explosiva que se le deja al próximo gobierno. La posible emisión de una mayor cantidad de bonos hizo que el riesgo país creciera 1.000 puntos en los últimos 40 días, lo que habla a las claras que desde el exterior no ven bien a la economía de cara a las elecciones. La conjunción de redolarización de los depósitos (con posible redolarización de títulos públicos pesificados), mayor emisión de bonos, incremento de la deuda pública a 175.000 millones de dólares como piso y gran colocación de Letras a tasas estrafalarias nos llevan a ser poco optimistas respecto al año 2003.
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