El atentado terrorista a la mutual judía Amia fue obra de "una mente diabólica" que seleccionó las piezas del rompecabezas y sigue aún sin ser identificada, enfatizó el juez federal Juan José Galeano en la resolución en la que anteayer ordenó cuatro capturas internacionales de ex diplomáticos iraníes.
"No dejo de pensar en la existencia de una mente diabólica que seleccionó las piezas de este rompecabezas, alguien con incalculables conocimientos de mafias civiles y policiales, acceso a información restringida y contactos relevantes", especuló Galeano al final de su resolución de 398 carillas, que ayer adelantó La Capital.
El juez se refería a quien ideó el ataque del 18 de julio de 1994 que dejó 85 muertos en Pasteur 633. "Encontrar esa mente es el reto de esta causa, para evitar un próximo atentado", advirtió.
Contacto en Teherán
Galeano dedicó cientos de páginas a lo recolectado en la causa referido a la conexión internacional: habló de los viajes de correos diplomáticos iraníes en junio y julio de 1994, de los vínculos con la embajada de su país en Buenos Aires, de los conversos locales y los inmigrantes islámicos.
También hubo espacio para hipótesis sobre el por qué se eligió como blanco al país y para ello se recordaron distintos testimonios, como el del entonces ministro de Economía, Domingo Cavallo o el ex ministro del Interior Carlos Ruckauf.
El juez hizo un análisis de los cambios en política exterior a principios de los 90 que -aclaró- "no son judiciables" pero que "en su conjunto pudieron haber influido para colocar a Argentina dentro del mapa de objetivos terroristas". Recordó la frustrada venta de una planta de agua pesada a Irán, el envío de naves a la guerra del Golfo y el retiro de la Argentina del bloque de países no alineados.
También puntualizó la propuesta del ex presidente Carlos Menem para convertir a Buenos Aires en sede de una conferencia de paz árabe-israelí impulsada por Estados Unidos y el posible malestar que pudo haber causado su viaje a Israel.
En el plano internacional, el atentado pudo ser un intento de "boicotear el proceso de paz" en Medio Oriente pero en el local influyeron "las fallas graves o falta de control" en fronteras, aduanas, radares, normas legales y elevada corrupción.
En la causa se manejaron decenas de hipótesis pero "ninguna al ir progresando la investigación logró conformar un grupo organizado como el que he de descubrir y tiene su eje primordial en Moshen Rabbani, la profundización de esta pista no fue caprichosa ni antojadiza", escribió.
El ex agregado cultural de Irán en Buenos Aires es uno de los cuatro ex diplomáticos iraníes con pedido de captura internacional por presunta responsabilidad en el atentado.
Tras nueve años de investigación, para el juez el atentado "tuvo lugar gracias a una red de inteligencia articulada por elementos radicalizados del régimen imperante en Irán en el marco de la exportación de los postulados de la Revolución iraní por el mundo".
Esto encontró en Argentina territorio fértil para instalar una "estructura de inteligencia con personas vinculadas a organismos oficiales del régimen iraní".
Hasta hoy, recordó, Irán siempre desmintió su participación pero "amén de haber ofrecido plena cooperación y asistencia en las investigaciones, nunca hubo una materialización de eso".
"La dogmática que Irán dice que utiliza el Estado argentino para acusarlo de la responsabilidad del atentado sin prueba alguna, es la misma que aquel país utiliza para señalar al sionismo o a los judíos como autores" del ataque en Buenos Aires.
El juez dedicó, además, varias páginas a mostrar como para él hubo lazos entre los actuales cinco acusados de "partícipes necesarios" del atentado sometidos a juicio oral y estos elementos "radicalizados" en Buenos Aires.
Y enumeró: el acusado ex comisario Juan José Ribelli viajó a la Triple Frontera, aunque él siempre aseguró que fue un viaje turístico. Otros dos, Anastasio Leal y Mario Bareiro, conocían a Khalil Ghatea, señalado como posible nexo con fundamentalistas iraníes.
También respecto a Ribelli, Galeano dijo que su hermana Ana María y su esposo, el comisario inspector de la Bonaerense José Ojeda, tenían una amistad con Eduardo Reinoso, hijastro de Miguel Tarik Barcia", un comisario convertido al Islam que conoció a Rabbani y supo de extrañas visitas a una mezquita de Cañuelas.
La Ciudad
