Santa Fe. - En el ex frigorífico Nelson, ahora llamado Finexcor, todo está listo para iniciar las tareas de faneamiento. Por lo pronto ya más de cien operarios hicieron una puesta a punto de los 1.200 metros cuadrados de pisos y techos y mañana finalizarán las primeras faenas realizadas a modo de prueba del funcionamiento de las instalaciones y el equipamiento de la planta.
El objetivo de este trabajo es asegurar el trabajo de la noria para obtener los permisos oficiales del Senasa y otros organismos de control, medidas que resultan inexcusables luego del brote de aftosa que se registró en el país y que tantos problemas generaron a la producción cárnea nacional. La empresa que tiene su planta principal en Bernal, provincia de Buenos Aires, ha traído verdaderos aires frescos para esta población de 4.500 habitantes, ubicada a unos 50 kilómetros de esta capital. La población se desarrolló en torno al frigorífico y al producirse su cierre los habitantes sufrieron verdaderas vicisitudes para subsistir.
Hasta hace poco la idea de que el frigorífico podía ponerse en marcha con planes muy ambiciosos se parecía a una quimera. No faltaron quienes ante tanta adversidad bajaron los brazos, pero la mayoría persistió y hasta muchos llegaron a Santa Fe en caravana para reclamarle una definición política a Carlos Reutemann en la mañana del 31 de octubre pasado.
Pero todo quedó atrás cuando en noviembre último se anunció que quedaban al fin superados los múltiples inconvenientes derivados de la quiebra del ex frigorífico Nelson en 1998 y que Finexcor, que ya había alquilado la planta y terminado de adquirir las máquinas, compró al Banco Francés el edificio y desde ese momento comenzó a vivirse otra historia.
Los primeros contratos se registraron en los últimos días de noviembre y prosiguieron en forma paulatina pero sostenida durante el verano. Ahora la fábrica ha puesto su preocupación en resolver lo atinente al sistema de efluentes industriales, para evitar los impactos negativos en el medio ambiente.
Carne a Europa
Finexcor está peleando para lograr los permisos correspondientes a fin de poder exportar a Europa. El ex Nelson, aún en sus peores momentos, se mantenía debido a la exportación, especialmente de productos cocidos, y esa es la tradición que los nuevos propietarios quieren recuperar y potenciar. Cuando lo consigan habrá más trabajo, pero lamentablemente aún no hay fecha definida.
El frigorífico siempre fue la principal fuente de trabajo de la localidad de Nelson y sin duda volverá a serlo cuando la faena llega al máximo de sus posibilidades. El proyecto es el de llegar a las 500 cabezas faenadas por día y que la planta produzca no menos de veinte jornadas en el mes, dando trabajo a cerca de 450 personas, entre operarios y administrativos. Todo un sueño en medio de una recesión que no termina de desaparecer en la zona.
La Ciudad
