La muerte de un hombre de un balazo en la cabeza, el domingo pasado, tenía todas las características de un crimen a sangre fría. La policía llevaba cuatro días buscando sin suerte a un sospechoso excluyente hasta que ocurrió algo imprevisto: un muchacho al que aparentemente nadie vinculaba al episodio se presentó ayer en el juzgado donde se investiga el caso y dio una versión distinta del hecho. Según el relato, que exculpa al hasta ahora único sospechoso, la víctima quiso dispararle al joven que se entregó ayer y cuando forcejearon se escapó un tiro del arma del supuesto agresor que lo hirió mortalmente. El joven se llama Ramón Vázquez y no tiene antecedentes penales. Desde el domingo hasta ayer estuvo en distintos escondites hasta que decidió entregarse. Fue por su cuenta al juzgado de Instrucción Nº 3 acompañado por su defensora, la abogada Susana Zulkarneinuff. Pidió hablar con el juez Luis María Caterina y trató de explicación por qué no se presentó antes pese a que nadie lo buscaba. "Tenía miedo de lo que pudiera pasarme", dijo. Ahora Vázquez está imputado por el homicidio de Orlando Quintana, que ocurrió poco antes de las 16 del domingo en una casa de Bouchard y Luzuriaga. A Quintana lo mató el proyectil de un revólver calibre 22 que, según la versión de Vázquez, pertenecía a la propia víctima. Pero la presentación espontánea de Vázquez podría modificar la interpretación de los hechos si es que su relato se compadece con la declaración de algunos testigos y otras pruebas. Es que, según él, el disparo se produjo en forma accidental cuando intentaba defenderse de una presunta agresión del propio Quintana, quien además era el dueño del arma. "Estábamos tomando unas cervezas y en un momento se armó una discusión. El sacó un arma y se me tiró encima. Fue en ese momento, cuando quise defenderme, que se escapó el tiro", fue la explicación proporcionada por Vázquez en el juzgado. Hasta ahora la versión acerca de lo que sucedió esa tarde era otra. Según la mujer de Quintana, su marido fue víctima de un crimen a sangre fría perpetrado por otro vecino identificado como Rubén Sosa. La señora afirma que ambos eran amigos y que era habitual que se juntaran a tomar unas copas en la casa de este último. La hipótesis a la que dio lugar el relato de la mujer ("Mi marido fue a lo de Sosa y al ratito escuchamos el tiro") pareció fortalecida con la desaparición casi inmediata del hombre sindicado como el homicida y su familia. La policía todavía no pudo encontrarlo y para el juez es un sospechoso que técnicamente está prófugo. Una versión recogida ayer por este diario en los Tribunales indicaba que posiblemente se presentaría en las próximas horas para brindar su explicación del episodio. Vázquez, en tanto, quedó detenido y acusado de homicidio. Su relato sobre el incidente tendrá que ser corroborado ahora por los investigadores. Si se comprueba que no quiso disparar y que hubo un forcejeo con la víctima, su situación tal vez podría atenuarse.
| El lugar donde asesinaron a Orlando Quintana de un balazo. (Foto: Hugo Ferreyra) | | Ampliar Foto | | |
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