| | Estatización del servicio de agua: "¿deseo o realidad?"
| Expresión de deseos o realidad. Con esa disyuntiva, Aguas Provinciales de Santa Fe salió a replicar las expresiones del intendente Hermes Binner acerca de que la Municipalidad podría hacerse cargo del servicio de saneamiento. "Sería interesante conocer cuál es el plan de inversiones y con qué recursos se haría cargo el municipio", fue el planteo central que usó el titular de la empresa, Alberto Gregorini. "Si alguien se va a hacer cargo de un servicio que precisa muchas inversiones, y su intención es más que una expresión de deseos, tendría que decir cómo va a garantizar la calidad de la prestación y cómo va a hacer para mantener los precios, que son los más bajos del país", insistió en una medida réplica a Binner. El intendente había dicho en su discurso al Concejo que la Municipalidad podría tomar a su cargo la prestación del servicio de agua potable y cloacas en Rosario y manifestó su preocupación por el desarrollo de la concesión que tiene el grupo de capitales franceses. "Entendí que era una expresión de deseos del intendente", contestó Gregorini, quien sobre los cuestionamientos a la concesión exhibió una opinión distinta. "Hemos cumplido absolutamente todos nuestros compromisos -resaltó- e incluso el año pasado se ha mantenido una excelencia en la calidad del servicio y las obras de mantenimiento de redes". En este aspecto destacó que la empresa "ha cumplido todo lo que contractualmente tenía que hacer, y ha hecho todo lo que debía para mantener el servicio en un verano tan exigente como fue este". Gregorini reconoció que Aguas ha debido suspender y reprogramar obras, "de la misma manera que ha ocurrido con todas las empresas que están en el país, dado que no se puede afrontar un plan más ambicioso cuando no existe financiamiento ni la posibilidad de que uno demuestre una capacidad de repago en los compromisos que toma. "El descalabro financiero del 2002 no es un problema de Aguas Provinciales", resaltó Gregorini. "Nosotros invertimos en los últimos seis años 250 millones de dólares en la provincia, porque los bienes que administramos son de la provincia. Yo me pregunto qué otra empresa ha hecho una inversión semejante". No obstante, el titular de la empresa concesionaria explicó que pese a la crisis "en el mismo lapso que ocurrió este descalabro financiero en el país la calidad del servicio siguió igual, y se continuaron las obras para que eso se pudiera atender. Un servicio público como el que nosotros damos necesita de permanentes inversiones para poder mantener el servicio en condiciones". "Y en ese ínterin tuvimos que asumir deudas en el exterior, porque en la Argentina no había disponibilidad de crédito por esos plazos y por esos montos para hacer las obras. Nosotros seguimos anclados en la tarifa en pesos y con deudas en dólares". Por último, Gregorini negó que la empresa persiga un 20 por ciento de aumento en la tarifa. "De ninguna manera planteamos eso. Como somos muy concientes de la realidad económica -fuimos los primeros en Argentina en hablar de los casos sociales- lo que dijimos es que globalmente, para que la compañía pueda funcionar, se necesita una cantidad de dinero que equivale a un aumento del 20 por ciento, que no es lo mismo".
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