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¿Apropiación de la Patagonia?

Después del golpe que derrocó a Perón en 1955, Aramburu convocó como ministro de Economía a Raúl Prebisch, individuo de ideología liberal que como integrante de la Cepal y bajo el auspicio de la Revolución Libertadora, comenzó a introducir a la Argentina en el sistema del FMI y del BID; para esa época nuestro país exhibía una sólida economía pues no tenía dependencia externa. Fue entonces que bajo el consenso de Washington, con gobiernos títeres, la complicidad de las oligarquías nativas y la anuencia de la Iglesia Católica se comenzó a movilizar a los ejércitos en cada país para luchar contra un inventado enemigo comunista, haciendo irrupción a partir de entonces las feroces dictaduras militares que tanto horror causaron en América latina en el siglo XX. Instalada a partir del 24 de marzo de 1976 la dictadura de Videla con su ministro de economía Martínez de Hoz inicia un acelerado armamentismo, la destrucción de la industria nacional y una irracional especulación financiera, generándose la colosal deuda externa que tanto nos condiciona. Actualmente el propósito de los acreedores externos y de los centros de poder financiero mundial es que la Argentina pague la deuda externa con el territorio de la Patagonia. No es descabellado pensar que lo anunciado vaya a suceder así dado que a partir de la recuperación de la democracia, nuestros políticos sin excepción vienen pactando entrega a cambio de corrupción e impunidad. A partir de la guerra del Atlántico sur, Estados Unidos y su socio menor, Inglaterra, vienen bregando para asegurar su expansionismo geopolítico en este sector del planeta que se concretaría con la apropiación de la Patagonia y la Antártida a cambio de nuestro desmembramiento territorial.
Ricardo Carreño