Chicos asaltantes robaron dijes de oro y plata de una joyería céntrica

"Eran tres y el mayor tendría 15 años", dijo la dueña. Uno de ellos tenía una pistola. Pérdidas por 2 mil pesos

Parecían adolescentes de clase media-alta que llegaron a la joyería de Mendoza al 1500 para vender algo de oro. Apenas les abrieron la puerta, uno empuñó un arma de fuego y demostró sus verdaderas intenciones. La violenta situación no era nueva para los dueños de Nakar, quienes quedaron perplejos por la edad de los asaltantes, que se llevaron además de varios objetos personales dos mil pesos en dijes de oro y plata.
Dos vitrinas con puertas de vidrio empotradas en una de las paredes de la joyería, un pequeño local, ayer estaban vacías. Cuando el cronista preguntó si así había quedado tras el paso de los ladrones, una mujer que dijo ser la dueña pero que evitó dar su nombre, respondió: "Ayer nos llevaron lo último que quedaba, porque antes ya nos habían sacado casi todo".
El último atraco ocurrió poco después de las 19 del miércoles. Los delincuentes eran tres chicos bien vestidos, de entre 13 y 15 años, según denunció la propietaria del local ante la policía. "Venimos a vender oro", dijeron los adolescentes para que les franquearan la puerta de calle, que posee un sistema eléctrico de acceso.
Desde el interior, la empleada accionó la chicharra del portero y todo quedó a disposición de los asaltantes. "Apenas entraron, uno de los chicos se llevó la mano a la cintura y sacó un arma con la que achicó a la dueña, a la empleada y a otra persona que sería cliente. Así los metieron detrás del mostrador hasta que se fueron", comentó una fuente policial.
Los maleantes actuaron con rapidez y en pocos movimientos se apoderaron de una cartera, un teléfono celular, una billetera y una cantidad de dijes y colgantes de oro y plata valuados en dos mil pesos. Nadie resultó lastimado y el trío escapó a toda velocidad por Mendoza presuntamente hacia calle presidente Roca.
La dueña del comercio visiblemente nerviosa al revivir lo sucedido ante La Capital, comentó sus sospechas. "Para nosotros, los delincuentes nos tienen fichados. Una de las últimas veces reconocimos a uno de los ladrones en un álbum de la policía, pero nunca nos enteramos si lo habían detenido", añadió.