Año CXXXVI
 Nº 49.774
Rosario,
viernes  07 de
marzo de 2003
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Protestan por privilegios de un policía condenado por homicidio
Hubo un acto de repudio frente al penal policial, donde el ex agente Ignacio Hogsten gozaba de salidas

"Queremos que nunca más un asesino condenado goce de privilegios". La frase sonó fuerte la tarde de ayer frente al penal policial de Dorrego 950. En ese lugar, hasta mediados del mes pasado, se encontraba detenido el ex agente Ignacio Darío Hogsten, quien fue hallado culpable del homicidio de Aníbal Pellegrini, ocurrido en 1996 en Casilda y por el cual debe purgar prisión perpetua. Sin embargo, una denuncia periodística puso de relieve que Hogsten salía del penal para realizar compras, hacer paseos y hasta viajar a Casilda para visitar a sus familiares. Tras ello, el reo fue trasladado por decisión judicial a la cárcel de Coronda y se abrió una investigación para delimitar las responsabilidades que las autoridades del penal policial tuvieron sobre la manera en que el ex agente cumplía su pena. Precisamente por esa causa, el condenado deberá prestar declaración hoy en los Tribunales de Rosario.
Un centenar de personas, entre las cuales estaban María Esther y Norma Ríos, madre y tía del joven asesinado, se reunieron en Dorrego y Córdoba para marchar luego hasta el frente del penal. Allí, unos 15 agentes los esperaban detrás de un vallado. Así, enfrentados unos a otros, se desarrolló el acto de repudio en el cual hablaron los familiares de Pellegrini y representantes de organismos políticos y sociales. No faltaron a la protesta algunas de las madres de los presos que murieron calcinados en la comisaría 25ª de Villa Gobernador Gálvez en noviembre de 2000 enarbolando una bandera en la que se leía: "No nos olvidamos de los asesinos de nuestros hijos".
"No nos alcanza que lo hayan trasladado a Coronda. Sabemos que allí no gozará de los privilegios que aquí tenía, pero sólo estaremos tranquilos el día que este hombre (por Hogsten) diga todo lo que se pudo haber escondido tras el crimen de mi hijo", dijo la madre de Pellegrini.
La mujer, con su rostro cubierto de lágrimas y una pancarta con la foto de su hijo unida a la leyenda "Justicia para Aníbal. Que su asesino cumpla la condena", sostuvo que "los innumerables hechos de corrupción que envolvieron en los últimos años a la policía de Casilda, en la que se involucró a jueces y autoridades, nos hacen pensar que a mi hijo no sólo lo mató Hogsten sino que él fue la cara visible de algo oculto".

Un viaje tramposo
El 6 de septiembre de 1999, Aníbal Pellegrini -entonces de 23 años, estudiante de Ciencias Exactas y empleado de la fábrica Gherardi- viajó con Hogsten desde Casilda a Carcarañá. Ambos hombres se conocían de compartir horas en un gimnasio y el motivo del periplo era una salida con dos chicas que Hogsten dijo conocer. A bordo de la flamante moto Kawasaki 1000 de Aníbal ambos partieron al atardecer. Pero en un camino rural que une la ruta 92 con la localidad de Armstrong, el ex policía golpeó a Pellegrini y lo fusiló con un tiro en la cabeza que salió de su arma reglamentaria. Después escondió la moto y arrojó el cadáver al río Carcarañá donde fue hallado por una pareja once días más tarde. En tanto, la moto ya pintada de otro color, fue encontrada algún tiempo después en Arequito y en poder del ex policía.
A pesar de las coartadas ideadas por Hogsten en el juicio que se le siguió, el ex policía fue condenado a prisión perpetua. Y hasta mediados del pasado mes de febrero cumplía la pena en el penal policial. Pero allí, según denunció en su edición del 17 de febrero el diario El Ciudadano, el hombre gozaba de algunos privilegios que ayer recordaron los familiares de Pellegrini. "Salía a hacer compras, a pasear, viajaba a Casilda para visitar su familia como si nunca hubiese hecho nada. Es un asesino y andaba suelto", aseguró María Esther Ríos.
En tanto, la tía de Aníbal y militante de la APDH, Norma Ríos, dijo que en el penal de Dorrego al 900 "pueden estar presos los asesinos de (el militante social Claudio Pocho) Lepratti -muerto por una bala policial en los trágicos días de diciembre de 2001 que derivaron en la renuncia del ex presidente Fernando de la Rúa-, los violadores de una menor en la seccional 1ª, y todos ellos pueden estar gozando de los mismos privilegios que tuvo Hogsten. Por eso hay que estar muy atentos y controlar todas estas actitudes de encubrimiento y favoritismo que lleva adelante la organización policial".
Finalmente, la militante de los derechos humanos expresó que "más allá de que Hogsten haya sido trasladado a Coronda, no lo vamos a dejar vivir en paz. Lo vamos a seguir a todos lados porque nosotros somos los únicos garantes de que cumpla su condena".



La madre de Pellegrini sigue en busca de respuestas. (Foto: Enrique Rodríguez)
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