La cancha de Lanús será finalmente el escenario que albergará el clásico de Avellaneda entre Independiente y Racing, que se jugará el domingo a las 16 sin televisión y con un impresionante operativo de seguridad.
La decisión de jugar en Lanús fue adoptada por el Comité Provincial de Seguridad Deportiva (Coprosede), cuyo titular es Mario Gallina, aceptando una sugerencia de la AFA.
La víspera, sin embargo, el Coprosede había elegido el estadio mundialista marplatense José María Minella, lo que provocó que la sociedad futbolística pusiera el grito en el cielo por los riesgos que encerraba el traslado de los hinchas hasta la costa atlántica.
La decisión del organismo que preside Mario Gallina había contado con el aval de la Policía Federal, la Secretaría de Turismo y Deporte de la Nación y el gobierno de la ciudad autónoma de Buenos Aires, que se impusieron en una votación por 4-1 a la AFA.
En los considerandos de la nueva medida, el ente provincial aclaró que "para este partido se sigue considerando al estadio José María Minella como el que brinda mayor seguridad".
Y en este último rubro está claro que el costo será mucho menor al que se hubiese originado con la realización del encuentro en Mar del Plata, porque el operativo se tendría que haber extendido a las principales vías de acceso a la ciudad: la ruta nacional número 2 y el ferrocarril.
La lógica hubiese indicado que el partido se jugara en algún estadio de la Capital, tal como ocurrió cuando se enfrentaron en el pasado torneo Apertura en cancha de River, pero la Policía Federal se negó a aceptar el cambio de jurisdicción.
Esta idea fue abonada desde siempre por el presidente de Independiente, Andrés Ducatenzeiler, quien se opuso ayer a jugar en Mar del Plata como hoy lo hizo con Lanús.
"Para Independiente la cancha de Lanús no es segura. Del tema de controlar a la gente que se haga cargo Gallina. Pero lo ideal hubiese sido jugar en cancha de Vélez", enfatizó. (Télam)
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La Ciudad
