Año CXXXVI
 Nº 49.774
Rosario,
viernes  07 de
marzo de 2003
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Hollywood prepara un plan de emergencia para la gala
La guerra con Irak hace temer por la ceremonia de los Oscar
La inquietud de la Academia reside en que los ataques coincidan con la ceremonia de entrega de premios

Thomas Burmeister

Hollywood se encuentra entre el temor y la esperanza. Cuanto más cerca parece estar la guerra con Irak, más frecuentemente los poderosos del cine y la televisión estadounidense se ocupan de la pregunta: ¿Qué pasará con la ceremonia de los Oscar si coincide con el inicio de la guerra?
Por ahora, desde la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood trascendió que no se participará en las especulaciones acerca de una postergación de la gala que se celebrará el próximo 23 de marzo.
Pero según el periódico Daily Variety, ejecutivos de Hollywood ya discuten intensamente "planes para el caso de emergencia" y analizan por ejemplo cómo se pueden sustituir los spots publicitarios a último momento, si se producen noticias desde el frente o eventuales acciones de protesta.
La Academia de Hollywood siempre pudo contar en los últimos años con unos 30 millones de dólares de ganancia de la gala de los Oscar, sobre todo por la venta a nivel mundial de los derechos televisivos.
La cadena ABC, que transmite la ceremonia desde el Teatro Kodak de Hollywood, calcula además que ingresará alrededor de 80 millones de dólares por la publicidad durante la noche de los Oscar.
Los anuncios publicitarios en la 75ª edición de la entrega de los premios Oscar son tan caros como lo son habitualmente sólo en el Super Bowl (la final del fútbol americano): 1,4 millones de dólares por 30 segundos. Tradicionalmente, fabricantes de coches, cosméticos o artículos de moda así como cadenas de restaurantes aprovechan la noche de los Oscar para lanzar campañas de productos nuevos.
Sin embargo, los precios de los spots televisivos dependen de la cuota de pantalla mínima que se pueda garantizar. Los organizadores de los Oscar pueden sufrir un desastre financiero si millones de personas cambian de canal para seguir las noticias actuales de la guerra.
Lo peor que le puede pasar a la cadena ABC es tener que suspender la emisión de la glamorosa gala para informar en directo desde Irak. "Si en la noche de los Oscar los acontecimientos mundiales requieren cobertura, entonces nuestra redacción la hará y para ello cuenta con el total apoyo de la Academia", comentó un portavoz de ABC.
Pero la guerra también podría revelarse como catalizador para las cuotas de pantalla de los Oscar. Para ello, el conflicto debería llevar unos días en marcha o estar a punto de declararse. En ese tipo de situaciones, los espectadores "reclaman más que nunca programas que los distraigan, que se dirijan a toda la familia, y no que les muestren la dura realidad", afirmó Mel Burning, presidente de la empresa de marketing Mediavest.
John Rash, vicepresidente de la empresa de relaciones públicas Mithun Esty, explicó: "El público de masas apostaría entonces por el escapismo y las cuotas se dispararían".
¿Pero qué pasaría si debido al tira y afloja en el Consejo de Seguridad de la ONU el comienzo de la guerra se posterga justo hasta la entrega de los Oscar?
Según fuentes del sector, los planes para el caso de emergencia contemplan una postergación de la gala en 48 horas. Se estima que ese es el tiempo que esperarían las estrellas trasladadas a Hollywood para la ocasión.
Hasta ahora, la postergación más larga -una semana- se produjo en 1938, cuando Los Angeles se inundó. En 1968, la Academia postergó la entrega del 8 al 10 de abril, porque el 8 tuvo lugar el entierro del líder de la lucha de los derechos civiles Martin Luther King, que fue asesinado.
En 1981, un atentado contra el presidente Ronald Reagan hizo que la ceremonia se celebrara 24 horas después de lo previsto. Durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, la gala se celebró como estaba planeado, sobre todo porque los presidentes de aquel entonces como Franklin D. Roosevel llamaron a los estadounidenses a llevar una vida normal.



La entrega tendrá grandes medidas de seguridad.
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