Otro golpe a un camión de gasoil, en Casilda

Al chofer lo tuvieron 6 horas secuestrado. El domingo hubo un caso en Roldán. Pérdidas globales por $ 82 mil

Casilda.- Los recientes controles sobre caminos provinciales no han conseguido frenar la piratería. En 24 horas hubo, en rutas del sur santafesino, dos robos a camiones de combustible que implicaron pérdidas conjuntas por más de 80 mil pesos. El último ocurrió en un cruce de calles de Casilda, donde dos hombres se apropiaron de un camión cisterna cargado con 34 mil litros de gasoil después de reducir al chofer cuando se dirigía a Chabás. El hecho ocurrió cerca de las 13 del lunes pero recién transcendió ayer. El valor del combustible perdido asciende a 44.200 pesos.
Este caso se registró un día después de que un camión cisterna con 29 mil litros de gasoil, por un valor de 37.800 pesos, fuera robado por cuatro hombres en la A-012, a la altura de la autopista a Roldán. A ese camión, un Mercedes Benz 1218 que iba de San Lorenzo a Los Molinos, lo abandonaron vacío en Alvear, jurisdicción de la Unidad Regional II.
El robo en Casilda implicó que Félix Omar Cáceres estuviera en poder de los captores unas seis horas. El chofer fue liberado cerca de las 19 del domingo en la zona rural de Los Quirquinchos. Los malhechores lo dejaron maniatado y con sus ojos vendados dentro de la cucheta del vehículo luego haber descargado el combustible.
El camión había partido de la planta destiladora de combustibles de la firma San Lorenzo y se dirigía hacia la localidad cordobesa de Vicuña Mackenna, donde vive el camionero, un hombre de unos 48 años. Los asaltantes hicieron todo el trabajo sin obligar jamás a Cáceres a bajarse del camión, como si estuvieran seguros de que tenían controlada la situación. Tras recuperar el mando del vehículo, el chofer se dirigió hacia Firmat, pero la policía lo derivó a la comisaria de Villada para radicar la denuncia ya que el robo se produjo en jurisdicción del departamento Caseros.
Si bien no fue maltratado, Cáceres "llegó temblando" a la dependencia policial como consecuencia de su vivencia. El camionero fue interceptado en ruta 33 y Ovidio Lagos por un hombre armado al que enseguida se sumó otro delincuente.
Los piratas depositaron a Cáceres en la cucheta del camión tras atarle las manos y vendarle sus ojos. Posteriormente tomaron por la ruta 33 hacia el sur santafesino. Según la denuncia del camionero, sus secuestradores habrían tomado por varios caminos antes de vaciar el cargamento de gasoil, aparentemente en una expendedora de combustibles del sur santafesino o de Córdoba.
Cáceres presume que los asaltantes hicieron unos kilómetros por la ruta 33, luego giraron a la derecha por un camino de tierra y empalmaron por una ruta en mal estado hasta llegar al lugar donde entregaron la mercadería. Allí el camionero escuchó hablar y movimientos, por lo que cree que estaba en una estación de servicios.
Luego de descargar el camión, los ladrones viajaron unos cuarenta minutos hasta que volvieron a parar en la zona rural de Los Quirquinchos. Allí le dijeron a Cáceres que se quedara quieto porque iban a orinar. Como no regresaban, el hombre pensó que lo habían abandonado y comenzó a forcejar hasta lograr desatarse y quitarse la venda de sus ojos. Cuando pudo liberarse, tal como presumió, comprobó que sus captores habían desaparecido. Recién ahí Cáceres tomó el mando del vehículo.