El comercio de granos y oleaginosas continuó ayer paralizado, sin actividad en las bolsas del cereales del país y con escasas operaciones en la plaza de futuros, en la segunda jornada de la protesta agraria que comenzó el lunes en todo el país, en reclamo de cambios estructurales en la política tributaria nacional. A diferencia de lo que sucedió el primer día de paro, operadores del mercado de granos local reconocieron que las ventas por fuera del recinto disminuyeron ostensiblemente, después de que el lunes se detectara cierto movimiento en la compra-venta de cereales. La paralización del comercio granario no se reflejó en la operatoria cambiaria -los exportadores liquidaron 40 millones- por transacciones concretadas durante la semana anterior que se debían liquidar para no incumplir la legislación vigente. Las regulaciones imponen 72 horas a los exportadores para liquidar divisas originadas en ventas externas de commodities agrícolas y subproductos de la misma base. Desde la plaza cambiaria se indicó ayer que la paralización del comercio granario no afectó la cotización del dólar. En ese contexto, la divisa se mantuvo en niveles similares a los que cerró el lunes. Sin embargo, algunos operadores señalaron que el efecto arrastre podría comenzar a notarse a partir de hoy. Respecto de versiones que daban cuenta de un eventual desabastecimiento de alimentos en el mercado local, los organizadores del lock out salieron a descalificarlas, al señalar que no existen motivos para que eso suceda, ya que la paralización de compras y ventas del circuito granario "sólo impedirá el ingreso de divisas" a las arcas del Tesoro. Si bien la medida se adoptó en contra del gobierno y por primera vez por la totalidad de los integrantes de la cadena agroalimentaria del país, funcionarios provinciales y nacionales justificaron los reclamos de los sectores que más divisas aportan a la economía argentina. En ese contexto, el secretario de Agricultura, Haroldo Lebed, consideró que la medida es "razonable", al tiempo que abogó para que desde el Palacio de Hacienda se reflexione sobre la posibilidad de introducir modificaciones en la estructura de los tributos más polémicos que pesan sobre el sector, que desembocaron en la medida de fuerza que se extenderá hasta la medianoche del viernes. Asimismo, las entidades del campo y sus pares del empresariado exportador salieron ayer a reiterar la preocupación que los asiste respecto de la reacción manifiesta del gobierno sobre la protesta, al sostener que las autoridades justifican la mayor carga impositiva que grava al agro nacional porque al sector "le va muy bien". Dirigentes de la SRA, FAA y CRA sostuvieron que como único argumento oficial, decir que al sector "le va bien, no se justifica para tener una reacción impositiva de este tipo".
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