La cefalea es uno de los síntomas más frecuentes en la consulta médica. Sin embargo, los pacientes deambulan por consultorios durante un promedio de 9 años hasta arribar al diagnóstico de su enfermedad, que en el 15% de los casos es migraña, un dolor de cabeza altamente incapacitante, responsable de una alta tasa de ausentismo laboral. Dada la frecuencia con que se detecta, fueron creados centros de referencia donde trabajan profesionales dedicados exclusivamente al tratamiento de esta patología.
En nuestra ciudad los afectados pueden acudir al Hospital Clemente Alvarez, donde trabajan los doctores Jorge Tacconi y Lorenzo Gardella. En el resto del país, las consultas en las ciudad de Buenos Aires pueden efectuarse en los hospitales de Clínicas, Ramos Mejía, Francés, Fernández, Español e Italiano; el Sanatorio Allende de la ciudad de Córdoba, y el hospital Rossi de La Plata.
El doctor Jorge Giglio, jefe de la sección de cefaleas del Hospital Rossi explicó que "entre el 15 y el 17% sufre de migraña", según los estudios realizados en otros países, por lo que en Argentina se estima una prevalencia similar.
En cuanto al diagnóstico, el especialista afirmó que el paciente suele empezar un itinerario por los consultorios comenzando en el oftalmólogo, luego el otorrinolaringólogo, el traumatólogo, el gastroenterólogo, el clínico, hasta llegar al neurólogo. En promedio pueden pasar 9 años sin que le resuelvan su problema. Esta demora en el diagnóstico significa, por un lado, un deterioro de la calidad de vida de la persona, y por el otro, un gasto innecesario en consultas improductivas.
Cuidados personales
En la actualidad existen tratamientos específicos para cada tipo de migraña, que incluyen tanto medidas farmacológicas como cuidados que el paciente mismo puede realizar para calmar su dolor. "Una vez que se llega al diagnóstico se puede plantear el tratamiento, que puede ser sintomático o preventivo. En ambos casos, puede ser de índole farmacológico o no. El tratamiento sintomático no farmacológico lo hacen todos los pacientes: cuando sufren una migraña, se van a la cama, se ponen paños fríos, se aislan de la luz, de los ruidos, no comen. El tratamiento sintomático farmacológico puede ser específico del dolor o inespecífico. Las personas que tienen muchas náuseas toman antinauseosos; el fármaco a emplear para el dolor va a depender de la intensidad de la cefalea, desde analgésicos comunes y combinaciones de analgésicos hasta ergotamina y triptanes", remarcó Jorge Giglio.
Cuando se pasan más de 6 días al mes con dolor, puede pensarse en un tratamiento preventivo, donde el paciente debe tomar a diario drogas como betabloqueantes, bloqueantes del calcio, antidepresivos o anticonvulsivantes. "Cada cual tiene sus efectos positivos y colaterales, y una indicación precisa. En el mercado existe una presentación que contiene una combinación de ibuprofeno, ergotamina y cafeína, que permite controlar los síntomas de la migraña tanto a nivel inflamatorio como vascular, con alta efectividad", enfatizó el especialista.
Aura de dolor
La migraña se caracteriza por un dolor predominantemente en una mitad del cerebro, pulsátil, severo. Dura de 4 a 72 horas y se suman síntomas digestivos y otros generales (molestan la luz, los ruidos, los olores, todo), y aumenta con el movimiento. Esta afección es más común entre las mujeres, en una proporción de 3 a 1 con respecto a los hombres, y se da principalmente en el grupo de personas que tienen entre 35 y 40 años, en plena etapa productiva. Es muy común encontrar familias enteras con migraña (el 70% de los migrañosos tienen antecedentes en la familia), por lo cual se deduce que existe un componente genético en su aparición.
Entre el 10 y el 30% de los migrañosos presentan lo que se denomina "aura", una suerte de aviso que indica que sobrevendrá un ataque. El aura suele presentarse con depresión, irritabilidad, náuseas, inapetencia, y una visión de puntos brillantes, falta de visión en un área específica o visión borrosa. Estos síntomas suelen sentirse entre 10 y 30 minutos antes de la migraña, y causan gran inquietud en los pacientes, ya que saben que a continuación sufrirán una cefalea sumamente aguda e incapacitante. También pueden sentir otras perturbaciones sensoriales, parálisis parcial y desorientación.
Si no se administra un tratamiento, aparecen con una frecuencia de uno a 3 ataques por mes, aunque pueden darse varias veces durante una misma semana, convirtiéndose en una importante causa de ausentismo laboral.
En ciertos casos, la migraña se presenta junto con la cefalea tensional, denominándose cefalea mixta. La cefalea de tensión es el dolor de cabeza más frecuente (50% de los casos) y se caracteriza por episodios recurrentes de carácter opresivo, en ambos lados de la cabeza, de intensidad leve a moderada, y duran entre varios minutos y varios días.
Durante mucho tiempo se creyó que la migraña se debía a un problema vascular, donde la contracción y dilatación de las arterias cerebrales causaban dolor. Sin embargo, en la actualidad se cree que su origen es un desorden bioquímico en el interior del cerebro, aunque la cadena de eventos que conducen al dolor aún no se encuentra totalmente esclarecida.
A través de estudios genéticos y moleculares se van conociendo cambios en el origen del dolor de cabeza. Entre otros se investigan los cambios hormonales, la relación de la migraña con otras enfermedades (por ejemplo, un factor de riesgo de hipertensión y de accidentes cerebrovasculares), la relación con los cambios hormonales en las mujeres (ciclo menstrual, embarazo y menopausia).