Los concejales de la oposición cuestionaron ayer el polémico vallado que envuelve al Anfiteatro Humberto de Nito durante todo el verano y que obstruye la visual barrancas abajo del parque Urquiza. Pero este impedimento para su acceso no ocurre sólo los sábados de shows, sino que durante la semana es imposible transitar por el lugar. Ante esta situación, los ediles se disponen a aprobar un pedido de informes al Ejecutivo para exigirle explicaciones al respecto. Disfrutar de una noche estrellada de sábado, con la música de fondo y el anfiteatro Humberto de Nito de frente es sólo para quienes paguen los 8 pesos de su entrada. Así ha ocurrido durante el ciclo "Rosario en concierto" con la visita de Divididos, Charly García y Alejandro Lerner, y ahora con "Rosario bajo las estrellas", ciclo que comenzó el 8 de febrero con Luis Alberto Spinetta y culmina el 5 de abril con el megaconcierto de Mercedes Sosa, Víctor Heredia y León Gieco (ver recuadro). Ahora, y transcurrida gran parte del verano, el Concejo Municipal ha tomado cartas en el asunto y exige explicaciones al Palacio de los Leones. El radical Omar Paredes, autor de la iniciativa, apuntó sus dardos contra el intendente Binner al señalar que "es el responsable número uno de esta barbaridad, y luego su secretario de Cultura, porque esta decisión de vallar, casi tapialar el Anfiteatro, nunca pasó por el Concejo". La concejala cavallerista Analía Carrió apeló a la historia reciente para justificar su postura. "Desde que tengo 15 años la salida con mis padres era al Anfiteatro a ver folclore con artistas rosarinos, con ingreso gratuito y para todo el mundo. Pero durante esta gestión no fue así", se lamentó la edila, para agregar: "La Secretaría de Cultura debe auspiciar estos espectáculos, y si los empresarios buscan su negocio que vayan a un estadio de fútbol y paguen lo que corresponde". A su turno, el peronista José Bonacci consideró que este espacio sobre el parque Urquiza "quedó virtualmente privatizado al impedir la libre circulación del público en un lugar abierto a la gente". Trascartón, apuntó: "Todo municipio debe garantizar la libre disposición de los espacios públicos, por lo tanto no debe vedarse bajo ningún punto de vista ni el ingreso ni el tránsito de ciudadanos por allí". El presidente de la Comisión de Gobierno y Cultura del Concejo, Jorge Serrano, coincidió con sus pares al indicar que "si existen lugares de acceso libre deben mantenerse así y no ser vedados con vallados ni impedimentos en donde los espectáculos sean restringidos". Quien hizo foco en los controles que debe ejercer el Ejecutivo sobre los shows en el Anfiteatro fue la cavallerista Patricia Inmaculado. "Lo que debe preocuparnos es si los ingresos están debidamente monitoreados por la Municipalidad y a su vez si las arcas municipales reciben lo que corresponden en materia de recaudación". Según recordó la legisladora, una buena parte de los ingresos por espectáculos van a parar a un fondo especial para discapacitados. Por último, Inmaculado comparó esta situación con los polémicos recitales que se ofrecen en el Centro de Expresiones Contemporáneas (CEC) que la Secretaría de Cultura cede a empresarios privados sin reparar en la emanación de ruido que ocasiona cada evento.
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