El polémico video con cámara oculta que registró al juez federal Juan José Galeano y a Carlos Telleldín en las tratativas previas a una confesión en la que el acusado del atentado a la Amia inculpó a policías bonaerenses será eje desde mañana del juicio oral por el ataque terrorista.
El testigo más polémico convocado para mañana es el mediático abogado Mariano Cúneo Libarona, procesado por el intento de extorsión a Galeano en tiempos en que defendía a uno de los ex policías acusados de "partícipe necesario", el ex comisario bonaerense Juan José Ribelli.
Después de un año y seis meses de juicio, tras el paso de 1.200 testigos y cuando todavía faltan otros 400, el Tribunal Oral Federal Nº 3 se abocará a analizar el episodio del robo de ese video del despacho de Galeano y una extorsión a la que con esa cinta habría sido sometido el magistrado.
Cúneo pudo evitar una condena por el episodio gracias a que pactó ser beneficiado con la probation -la suspensión del juicio a cambio de tareas comunitarias- pero el abogado de Guillermo Coppola deberá ahora contar bajo juramento de verdad cómo ocurrió todo.
La causa se juzga también en este proceso porque otro de los acusados por la extorsión es Ribelli, cliente de Cúneo Libarona en la época del hecho. El ex comisario junto a otros tres ex policías bonaerenses y Telleldín son juzgados como supuestos "partícipes necesarios" del atentado del 18 de julio de 1994 que dejó 85 muertos, entre otros delitos como extorsión y asociación ilícita.
En este tramo del juicio también está convocado Galeano como testigo, pero el juez hará uso de la prerrogativa de declarar por escrito -debido a su investidura- y el Tribunal aún aguarda que los querellantes, fiscales y defensores envíen sus preguntas.
Grabación de entrevistas
Lo ocurrido con el controvertido video se remonta a agosto de 1996, época en la que el juez -como se supo más tarde- tenía por costumbre grabar sus entrevistas informales con los acusados con una cámara oculta colocada en su despacho del cuarto piso de los Tribunales federales de Retiro.
Cuando comenzó el juicio oral y se exhibió la cinta de Telleldín, el magistrado explicó que filmaba como reaseguro de lo que se decía en esos encuentros y para su análisis posterior en busca de evidencias. Pero ninguno de esos videos se incorporó jamás a la causa y fueron destruídos, como admitió el mismo juez.
En concreto, uno de los dos videos que registraron las negociaciones previas a la confesión de Telleldín en agosto de 1996 fue entregado envuelto para regalo a Galeano en su despacho por el detenido Ribelli en 1997.
Según denunció Galeano en la causa por coacción, el otrora poderoso comisario de la Bonaerense le aconsejó que mirase la cinta a solas y sin sus hijos.
Ese día Ribelli había pedido ampliar su declaración indagatoria y recibió el paquete de manos de su abogado Cúneo Libarona cuando llegó al juzgado. Según el abogado, la cinta le fue entregada por un "allegado" al ex comisario, Carmelo Ionno.
"Esto me quema las manos", dijo Ribelli a Galeano el 25 de marzo de 1997 cuando, sentados uno frente a otro y sin testigos, le pasó por encima de su escritorio un paquete envuelto en papel de regalo. "Mi detención es resultado de una maniobra de Telleldín, hace 9 meses que estoy detenido y haría cualquier cualquier cosa para cambiar mi situación, le hablo de hombre a hombre", dijo Ribelli según denunció luego Galeano.
El obsequio resultó ser el luego famoso video robado de la caja fuerte de un secretario del juez, donde se hablaba del pago de 400 mil dólares a Telleldín a cambio de su declaración contra los policías bonaerenses, algo que el reducidor de autos confirmó durante el juicio oral.
Telleldín declaró el año pasado ante los jueces Gerardo Larrambebere, Miguel Pons y Guillermo Gordo que le pagaron ese dinero para declarar pero que todo lo que dijo entonces fue verdad.
Otro juez, el federal Norberto Oyarbide, detuvo a Cúneo Libarona acusado de "coacción" y luego se supo que en la causa había escuchas telefónicas donde el letrado planeaba "samantizar" la causa Amia. (Télam)