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Encuesta sobre anticoncepción

Hace unos días, no sin estupor, me contaba una amiga que había mandado a sus hijas adolescentes a disfrutar de un día de playa en La Florida. Su sorpresa no fue poca cuando sus hijas le contaron que habían sido censadas, junto al resto de las jóvenes que estaban allí, a los fines de que la Municipalidad conozca cuando habían tenido su primera relación sexual dentro de un espectro que abarca de entre los 14 y los 17 años. Eso no fue todo: las instruyeron acerca de todos los métodos de anticoncepción y vulnerando los más elementales principios jurídicos que rigen la "patria potestad" de la cual los padres de esas chicas no han sido privados, ingresaron en un terreno de absoluta privacidad, sin el más mínimo pudor. Bien, ya sabemos que nos domina una política de despoblación, en un país al que le faltan habitantes se dictan leyes y se montan operativos para que no nazca más gente. El problema es que los encuestadores e instructores son contratados por la Municipalidad de Rosario a costa de los dineros de los contribuyentes, esos estudiantes de medicina que hacen el trabajo perciben sus haberes de lo que cada uno de nosotros tributa. Si esos dineros se aplicaran a abastecer de insumos a los hospitales (en el Carrasco no hay medicamentos para el sida) y para dar de comer a carenciados, todos saldríamos engrandecidos. No es bueno promover en un país que necesita crecer, el control de la natalidad, el sexo fácil y despojado del amor, que puede ser su único motivo y la aplicación de métodos en su mayoría abortivos.
Doctora Nereida Brumat Decker