José Bel Gelbard, "el burgués maldito", según el título de la biografía escrita por la periodista María Seoane, es uno de los protagonistas de "Perón-Fidel" y su participación fue puesta de relieve en los últimos años precisamente por el líder de la Revolución Cubana, quien lo reconoció como miembro del Partido Comunista. En ese sentido, los autores recuerdan que "en los meses previos a la asunción de Cámpora, cuando Perón conferenciaba en Puerta de Hierro con el futuro ministro de Economía, José Ber Gelbard, sus instrucciones fueron precisas: «Usted debe abrir una agenda de trabajo con los países socialistas, especialmente con la URSS, Cuba y China»". Gelbard era entonces el presidente de la Confederación General Económica (CGE) "y desde esa posición estaba sumamente interesado en abrir nuevos mercados para los pequeños y medianos empresarios argentinos. Durante su desempeñó en el Ministerio de Economía, desde el fugaz mandato de Cámpora hasta los primeros meses del tormentoso mandato de María Estela Martínez, viuda de Perón, siempre auspició la diversificación del comercio argentino como un arma de independencia política que, a la vez, representaba pingües beneficios para los sectores económicos a los que pertenecía". Según dirigentes políticos citados por Bodes y López, el ex presidente de la CGE no abandonó nunca al Partido Comunista y se desempeñó como "compañero de ruta" y gestor financiero.
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