Tucumán (enviado especial).- Bien de punto. Así podría rotularse como Rosario llega a Tucumán para jugar el partido que pondrá fin a la primera fecha del 59º Campeonato Argentino de selecciones mayores y que se disputará en la cancha principal del Tucumán Lawn Tennis a partir de las 18 con el arbitraje del entrerriano Víctor Rabuffetti.
En los juicios a priori Tucumán arranca como el "gran favorito" y no porque buscará dar vuelta la racha adversa de los últimos dos compromisos sino simplemente porque aspira a lograr el campeonato que no consigue desde 1993, fecha en que justamente venció a Rosario por 24 a 12 en la final.
Sin embargo, hay dos variantes que Rosario puede utilizar a favor: la ansiedad tucumana y su suficiencia. Muchos de sus jugadores ya dan por hecho un triunfo cuando el partido aún no se disputó. Un caso similar se dio el 5 de abril de 1997 cuando el equipo del Ñandú llegó para poner la cabeza y se vino con una victoria por 56 a 21 en un partido memorable.
No obstante los tucumanos ya no son lo que eran antes. Su juego no es solamente de forwards, de maul y scrum. Desde 2000, con Lucas Ferro y Gabriel Palou a la cabeza, la Naranja comenzó a tener otro juego, mucho más moderno y donde los tres cuartos tienen muchísima más participación.
¿Qué pasará con Rosario?
Sin dudas que el gran interrogante es qué pasará con Rosario. El conjunto que dirigen Ricardo Imhoff y Gustavo Minoldo es una verdadera Caja de Pandora, por lo que hacer futurología de lo que puede pasar con Rosario es coquetear con la utopía.
El invicto conseguido el año pasado es hoy meramente un dato histórico. Nada más. El fixture se presenta para los rosarinos bastante complicado, con un arranque más que difícil ante un rival que no da concesiones y más aún si juega en su cancha y ante su gente.
En Rosario hay varios valores clave que no llegan en un ciento por ciento de su plenitud no obstante poder contar con ellos es importante.
El representativo local llegó ayer cerca del mediodía a Tucumán y por la tarde realizó en el escenario del partido la última práctica en un clima de gran confianza.
La Ciudad
