Carolina Taffoni / Escenario
Calificación: 2 estrellas. Intérpretes: Robert De Niro, Billy Cristal y Lisa Kudrow. Dirección: Harold Ramis. "Analízate" es el típico caso de la secuela que nunca debió haberse filmado. No es que la primera parte haya dejado el recuerdo de una comedia brillante, es que la segunda es mucho menos de lo que uno hubiese esperado, aunque alguna carcajada se escape muy de vez en cuando. De entrada, todo lo que se supone que va a suceder, sucede. El capo mafia Paul Vitti (De Niro) logra salir de la cárcel haciéndose el loco o algo parecido. En una jugada de lo más inverosímil, el FBI lo pone bajo custodia de un viejo conocido, el sufrido psiquiatra Ben Sobel (Crystal), que para colmo está atravesando por una crisis profesional. De ahí en más se retoma la curiosa relación entre el mafioso y su médico, pero la química entre los personajes está vencida, ya no funciona. Esta vez el guión plantea un conflicto en el psiquiatra, un problema que lo acerca a su paciente, pero no hay caso. Pasada una hora, por más chiste, robo o vuelta de tuerca que se intente, la película se vuelve aburrida. De Niro hace tantos esfuerzos que de a ratos convierte a su personaje en una molesta caricatura, y Billy Crystal tiene contados momentos brillantes (Ben Sobel en el funeral de su padre) y otras escenas en las cuales es hasta incómodo verlo. Para trazar más diferencias, la primera parte remataba con la voz en persona de Tony Bennett. En "Analízate", en cambio, terminan cantando los mismos actores. Qué pobreza.
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