"Living with Michael Jackson", el polémico documental británico sobre el Rey del Pop, bien podría haberse llamado "El mundo freak de Michael Jackson". Con risitas bobas y postura infantil, Michael Jackson, 44 años, revela el lado bizarro de su vida con una naturalidad desconcertante. El envío será exhibido hoy, a las 21, por el canal Sony que se ve en la televisión por cable. Es en este documental, producido por el periodista Martin Bashir, que Michael asume que duerme con niños en su cama, motivo por el cual el programa ya ha sido tan comentado en el mundo entero. El cantante fue acusado en 1993 de haber abusado sexualmente de un menor de 14 años y debió pagar cerca de 10 millones de dólares a la familia del chico para que se retire la demanda. En el documental, Jackson es mostrado de la mano de su amigo Gavin, de 13 años, quien frecuenta Neverland, la inmensa e inexpugnable propiedad que el músico posee al norte de Los Angeles, con zoológico y parque de diversiones incluido. Pero más allá de eso, el programa muestra cómo Michael Jackson vive en un mundo de fantasía y parece perdido en él. En un segmento del envío y cuando se lo indaga sobre las cirugías plásticas a las que se habría sometido para modificar su rostro, Michael responde que sólo hizo un toque en su nariz, sin dar más explicaciones sobre otras modificaciones. "Yo cambié, las personas cambian", dice. "¿Cómo un chico negro se convierte en un adulto blanco?", pregunta el periodista. "Eso habría que preguntárselo a Dios", responde el cantante. Alérgico a la luz del sol por causa de su propagado vitiligo (que sería la causa de su emblanquecimiento), Michael se mueve sólo bajo una sombrilla. Entre otras situaciones, el cantante estuvo de acuerdo en mostrar a sus tres hijos en el documental, pero se negó a exhibir sus rostros. Prince Michael, un rubio de 6 años, y Paris, de 4, sólo aparecen en público usando máscaras de carnaval. Y hasta Prince Michael II, de un año, aparece cubierto de un fino tejido, como si fuese una red. "No dejo que salgan sin máscaras para que no sean identificados", dice Michael asumiendo que sus hijos "no pueden tener una vida normal". Cuando Jackson es confrontado con la información de que Prince Michael había dicho que no tenía madre, sonríe: "Es así. Ella no consigue hacer eso (criar hijos)", asegura sobre la enfermera Debbie Rowe, madre de sus dos primeros hijos. "Ella tuvo los niños para mí. Lo hizo como un regalo". En referencia a la madre de Prince Michael II, el músico no reveló su identidad, pero sí dijo que es negra. "¿Entonces cómo el bebé es tan blanco?", pregunta el periodista. "Los negros tienen todos los colores. Mi padre tenía ojos azules", responde. El próximo proyecto de papá Michael, según sus propias declaraciones, es adoptar un nene y una nena de cada uno de los cinco continentes. "Ese es mi sueño", dice sin ruborizarse, frente a un periodista atónito. Entre otros de los momentos más promocionados del documental, se ve a un Michael Jackson gastando millones de dólares en vasos, mesas y cuadros de mal gusto en un shopping de Las Vegas, subiendo a un árbol donde hay colgados cientos de sus compactos o dándole la mamadera a uno de sus hijos con un velo en la cara. Además, Michael cuenta las palizas que le daba su padre, el complejo con su apariencia en la adolescencia y su "no-primera vez" con la actriz Tatum O'Neal. El documental tiene 90 minutos y fue grabado durante ocho meses de convivencia entre el periodista y la estrella del pop.
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