Año CXXXVI
 Nº 49.769
Rosario,
domingo  02 de
marzo de 2003
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"Hay que romper la línea de producción de criminalidad"
El ministro brasileño de Justicia afirmó que los delincuentes se especializan en reformatorios y cárceles

"Las autoridades de Río de Janeiro deben romper la línea de producción de la criminalidad si desean poner punto final a la violencia urbana", afirmó ayer el ministro brasileño de Justicia, Márcio Thomaz Bastos. "La criminalidad comienza en los reformatorios, pasa por la Policía, por el Poder Judicial y termina en la cárcel. Quien sigue esa cadena, recibe postgrado en criminalidad", dijo Thomaz Bastos.
Según el ministro, el combate a la violencia urbana, especialmente aquella nacida del enorme poder de los grupos traficantes de drogas, ha sido efectuado con medidas paliativas, y en algunos pasos simbólicas, o con la adopción de lo que llamó la "legislación del pánico".
"Los paquetes de leyes surgidos después de que pasa algo no resuelven nada. Las penas más pesadas también son una tontería. Son lo que llamamos "legislación del pánico". De nada sirve crear una pena de 100 años. Lo único que sirve de vacuna contra la criminalidad es la certeza de la sanción", acotó.
En este sentido, el ministro dijo que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva realizó el primer paso para un combate más eficiente a la criminalidad, al dejar al Ministerio de Justicia fuera de la división partidaria a la hora de montar su gobierno.
Thomaz Bastos puntualizó que medidas simbólicas, como retirar de Río de Janeiro al traficante Fernandinho Beira Mar no tendrán la capacidad de "convertir a la ciudad en un paraíso".
El gobierno del presidente Luiz Inacio Lula de Silva autorizó la utilización de hombres de las Fuerzas Armadas durante el carnaval en Río de Janeiro, como forma de impedir una nueva ola de violencia promovida por narcotraficantes como la que sacudió la ciudad al inicio de la semana.
No obstante, Thomaz Bastos dijo que se opone a esa utilización de las Fuerzas Armadas. "Resolvimos atender a un pedido del gobierno de Río de Janeiro, pero es una situación de emergencia, de carácter también simbólico y de corto plazo. Los reclutas no tienen formación para eso. Esto de convocar al Ejército es un requicio de la dictadura militar", dijo el ministro. (AFP)


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