El laguito del parque Independencia dejó de ser anoche el simple escenario de las aguas danzantes. Miles de rosarinos invadieron, y en algunos casos desbordaron su espacio perimetral para disfrutar del megadesfile organizado por la asociación de amigos del parque en conjunto con una empresa de eventos. Más de 50 modelos, varias empresas involucradas, una pasarela de 40 metros que se extendía desde la isla hacia el bulevar Oroño pero moría en pleno lago y una muy buena iluminación (a pesar de un percance) les pusieron color y glamour a la noche. Esta vez, las aguas danzantes danzaron menos, y fueron más bien parte del decorado, iluminadas de rosa. No, esta vez el espectáculo fueron Carolina, con sus distintos pasos de baile (de odalisca, con la voz arábiga de Shakira como fondo, o provocando sensualmente al animador con su vestido de gala al ritmo del pop), la pareja de un gimnasio interpretando otros pasos, y las modelos, que mostraron mallas, ropa sport, vestidos e indumentaria de noche y hasta de gala, entre otras propuestas. También hubo pasadas publicitarias, protagonizadas por modelos masculinos y femeninos que ofrecían productos con una invación más informal de la pasarela. La gente se amontonó en los contornos del lago, desbordó el muelle de donde zarpan las lanchas, copó el puente sur del lago, se subió a los bancos y a cualquier lugar elevado para poder ver. Pero el palco privilegiado lo tuvieron sin dudas los que habían alquilado botes, que se acercaron a la pasarela, vieron el espectáculo en vivo y en directo, y hasta conversaron con el animador. Una de ellas fue una chica de Córdoba, que justo en ese momento estaba hablando por celular con una tía de la ciudad mediterránea. Aplausos para los cordobeses presentes, entonces. Mucha gente no podía ver el desfile porque el público parado junto al lago se lo impedía. Para ellos, se montó una pantalla sobre el sector perimetral que da a Oroño, que mostraba el desfile de cerca. Algo era algo. Cuando mediaba la fiesta, un corte dejó sin iluminación el show. La gente no se fue, esperó y acompañó con aplausos, hasta que volvió la luz y todo siguió. A medida que avanzó la noche, todo se puso más atractivo por la potencia de la iluminación y su reflejo en el agua. La idea de los organizadores fue revitalizar el parque, darle a la gente un motivo para acercarse, más allá de la natural belleza de ese espacio. Y lo consiguieron. Al cierre de esta crónica, la fiesta continuaba a full.
| La presencia de una odalisca fue uno de los atractivos. (Foto: Hugo Ferreyra) | | Ampliar Foto | | |
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