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Afrenta a un deporte olímpico

En los últimos días del 2002 el Foro Deportivo Rosario que desde hace algunos años es el único organismo que toma a su cargo la organización de importantes competencias deportivas por agua y por tierra, reemplazando a quienes tienen la obligación de hacerlo, tuvo a su cargo además la entrega de menciones a los más destacados de 33 disciplinas deportivas. Seguramente mal asesorado, el Foro -para quienes el box no resulta ser de sus preferencias, olvidando que la ética indica que desde ciertas posiciones no se deben cometer omisiones tan groseras- borró a un deporte que posee rango olímpico y que resulta ser el que más ha engrosado el medallero Olímpico y Panamericano de nuestro país. Desde 1924 en París (allí participó el rosarino Santoro) el boxeo ha dicho presente en todos los juegos que participó Argentina. En ese lapso el boxeo ha alcanzado más de la mitad
-entre oro, plata y bronce- de las medallas que ostenta orgullosamente nuestro país. Aquí en Rosario tenemos dos medallas de bronce, que alcanzaron Francisco Resiglioni en Alemania 1936 y Víctor Zalazar en Helsinski 1952. El Círculo de Periodistas Deportivos de Buenos Aires, que realizó la Fiesta del Deporte en diciembre pasado, procedió con mayor sensatez. Solicitó la terna correspondiente a la Federación Argentina de Box y ésta estuvo integrada por Jorge Castro, Marcelo Domínguez y Oscar Narváez. El box es un deporte de alto riesgo. Eso es indudable. Pero existen otros que lo son mucho más. La historia del boxeo de Rosario es muy rica en antecedentes como para no ser considerada. Rosario ha brindado campeones argentinos, sudamericanos y representantes olímpicos. El primer campeón argentino fue un rosarino por adopción, Elio Plaissant. Había nacido en Italia en 1901 y con muy corta edad sus padres lo trajeron a Rosario donde comenzó a boxear en 1918. Con sólo 30 peleas, combatió en 1921 por el título argentino de los medianos ante Luis Galtieri a quien llamaban "El "chiquito de Pompeya" y lo derrotó en 15 vueltas. A partir de allí es historia conocida. Fueron campeones argentinos Alfredo Sabino Bilanzoni, Amelio Piceda, Oscar Pita, Alfredo Bunetta, Hugo Rambaldi (también Sudamericano), Nelson Alarcón, Ruben Rianni y Hugo Corti. Los rosarinos representantes Olímpicos fueron Santoro (1924 en París), Francisco Resiglioni y Oscar Carlomagno (Alemania 1936), Oscar Pita (Londres 1948), Víctor Zalazar (Helsinski 1952) y Hugo Corti en Los Angeles. Las 33 disciplinas deportivas ternadas merecían serlo. El boxeo también. De cualquier forma no tengan dudas. El boxeo continuará brindando campeones mundiales para Argentina (que seguramente aplaudirán también quienes hoy lo rechazan) y más medallas para el medallero Olímpico argentino. Y algo más: de acuerdo a estadísticas, después del fútbol, el boxeo es la actividad deportiva más vista en la TV del mundo.
Roberto Reyna, ex presidente Comisión Municipal de Box