Buenos Aires.- El comisario retirado de la policía bonaerense Jorge Piazza, quien apareció asesinado cuando debía declarar en una causa por la muerte del subcomisario Jorge Gutiérrez ocurrido en 1994, en momentos en que investigaba la existencia de una "aduana paralela", fue obligado a arrodillarse por las personas que lo ejecutaron. El dato surgió de los resultados de la autopsia realizada al cadáver, en la que se demostró que la víctima recibió un disparo en la nuca en dirección descendente. En tanto, desde distintos sectores se atribuyeron responsabilidades y sospechas sobre el crimen que fue definido por Mario Das Neves, titular de la Aduana, como "un hecho mafioso". En ese orden, el diputado nacional por el Polo Social Francisco Barba Gutiérrez, hermano del subcomisario asesinado, responsabilizó a "policías de la Bonaerense o de la Federal" por el crimen de Piazza. Y el gobernador bonaerense, Felipe Solá, señaló que "no se descarta ninguna hipótesis" en torno al homicidio al tiempo que señaló que "no hay avances en la investigación". Gutiérrez dijo no tener dudas de que a Piazza le "hicieron una cama" y aventó las sospechas de que podrían haber participado en el hecho policías que eran compañeros de trabajo de la víctima en una empresa de seguros. "Piazza era un hombre experimentado, con mucha experiencia. Ningún ladrón común podría haberlo llevado de las narices. Fue engañado por una persona de confianza y esa persona tiene que ser un comisario, como mínimo", señaló Gutiérrez. En medio de hondas muestras de dolor, los restos de Piazza, de 49 años, fueron inhumados ayer en La Plata, donde vivía con su esposa y sus tres hijos. El ex comisario había desaparecido 12 días antes y su cuerpo fue encontrado el domingo último en un cañaveral del partido de Quilmes por unos chicos que cazaban pajaritos. Presentaba un avanzado estado de descomposición y las pericias determinaron que el tiro fatal se correspondía a un arma calibre 9 o 45 milímetros. Sobre el lugar donde apareció el cuerpo, el diputado Gutiérrez dijo que es frecuentado por policías que llevan autos secuestrados en procedimientos y pidió que se investigue si el policía asesinado no sufrió algún tipo de "apremios o mutilaciones" ya que desconfió de la versión oficial en torno a que habría sido atacado por alimañas. Piazza debía declarar en estos días ante una comisión de la Secretaría de Seguridad bonaerense creada para investigar el crimen de Gutiérrez, ocurrido el 29 de agosto de 1994, cuando buscaba elementos vinculados con un presunto cargamento de droga dentro de un depósito de Avellaneda, que habría entrado al país por la "Aduana paralela". Desde un primer momento, Gutiérrez sospechó que el homicidio de su hermano y la desaparición de Piazza estaban estrechamente relacionadas. "Como se estaba por impulsar la causa por el crimen de mi hermano se sintieron desesperados y quisieron dar el mensaje de que la investigación llega hasta acá, de esto no se habla, acá mandamos nosotros, somos el poder mafioso, y al que no obedece se lo saca del medio", dijo el diputado Gutiérrez. Por su parte, el gobernador bonaerense aseguró que "no se va a descartar ninguna hipótesis" en la pesquisa, "ni la del robo del auto ni la más conspirativa, que es la posible relación con el asesinato del subcomisario Gutiérrez". En tanto, tras calificar como un hecho "mafioso" al crimen de Piazza, el director de Aduanas hizo referencia a "la conexión que aparece entre lo que fue el asesinato mafioso de Piazza con lo que él podía llegar a detonar" con su testimonio sobre el crimen de Gutiérrez ya que "era una pieza clave de esa investigación". Finalmente, al auditor general de la Nación, Mario Fadel expresó que "cuando uno entra en la maraña de la Aduana se da cuenta de que tiene tentáculos en todos los ámbitos, y de altísima complejidad. Se amerita una política de Estado, con todo el poder que ello implica, para desentrañar estos tentáculos mafiosos que están dentro de ella". (DyN)
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