Gobierno y petroleras volvieron a negociar

Lavagna afirmó que mantiene un diálogo "serio" con las compañías. Intentan frenar aumentos en los combustibles

El ministro de Economía, Roberto Lavagna, afirmó ayer que el gobierno mantiene conversaciones "serias" con las petroleras a fin de mantener el precio de los combustibles. No obstante, el titular de la cartera de Hacienda calificó de "vergonzosa" a la primera de las ofertas del sector empresario donde reclamaba que se eliminaran las retenciones a las exportaciones de crudo.
"Es muy duro, hemos estado repartiendo pérdidas. Hay algunos sectores que miran para otro lado. Actúan como si nada hubiese pasado. La primera propuesta de las petroleras era vergonzosa. Por suerte ahora estamos en una conversación un poco más seria", afirmó Lavagna.
De esa forma, Lavagna dio señales de acercamiento con el sector petrolero, tras un inicio de una dura postura en favor de aplicarle retenciones equivalentes al 100% sobre el valor de los 30 dólares el barril.
Las petroleras ya no piden la eliminación gradual de las retenciones a las exportaciones de crudo para compensar alzas en el precio internacional del petróleo, como había propuesto anteriormente, sino mantenerlas en el nivel actual.
Además, el sector en la nueva propuesta que hizo llegar al gobierno, las productoras de crudo aceptan un tope de 36 dólares el barril para compensar el desfasaje con los precios que se vuelcan al mercado interno. Pasado los 36 dólares, las empresas absorberían la diferencia, pero piden a cambio que el gobierno no aumente la presión fiscal, ni las retenciones a las exportaciones de petróleo.
El acuerdo se venció el lunes, cuando el crudo cotizó por arriba de los 35 dólares por décimo día consecutivo. Sin embargo, ante la amenaza de Lavagna, las empresas abrieron en un compás de espera antes de decidir trasladar los incrementos al surtidor.
El primero de los ofrecimientos, al cual el ministro de Economía calificó de "vergonzoso" consistía en que se eliminaran las retenciones a las exportaciones de petróleo a cambio de mantener los precios internos. Rechazada esa iniciativa, las compañías propusieron retenciones del 20% por un plazo de 90 días.