Año CXXXVI
 Nº 49.765
Rosario,
miércoles  26 de
febrero de 2003
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cartas
Ingreso a la Universidad

Quisiera contestar, aunque más extensamente, a la nota publicada el sábado 22/02 por el señor Héctor Floriani, referida al ingreso a la Universidad. En ella se sostiene esencialmente que, dados los escasos recursos con que cuenta la misma, y dado su carácter fabril de "productora de profesionales", es irresponsable de su parte pretender recibir un número "cualquiera de ingresantes", aparte del necesario control del número de egresados de acuerdo a las "necesidades sociales". Yo no sostengo que "no existe proyecto de país", todo lo contrario: el proyecto que se viene ejecutando desde la última dictadura hasta ahora es muy concreto, y consiste, nada menos, en un país para unos pocos millones de habitantes que cumpla sus debidas funciones como proveedor de fondos dentro del marco de la mal llamada "globalización". La realidad actual no demuestra otra cosa. En ese contexto la Universidad es, lógicamente, para unos pocos también: aquí casi no se necesitan ingenieros ni científicos, por ejemplo. Este proyecto viene avanzando sobre la Universidad desde hace mucho tiempo. Pretender llamar a los que se oponen a tal avance "conservadores" o "dogmáticos" es, aparte de una falta de respeto, una clara demostración del equipo para el que se juega. Usted sostiene, señor Floriani, que dados los escasos recursos con que nos provee el Estado es irresponsable no adaptarse a esa realidad para mejorar la calidad y la relación costo-beneficio restringiendo el número de ingresantes. Según usted la falta de restricción ha sido la responsable de todos los males de la Universidad, incluidos los bajos sueldos, los cargos ad honórem, etcétera. De esta manera es muy fácil para los gobiernos traidores llevar adelante su proyecto: como reacción al ahogo presupuestario por ellos propuesto aparecerán los "responsables" que adapten la Universidad a tal situación. Es el viejo dogma liberal de la adaptación de los principios a la falta de recursos. Todos sabemos que es intención del FMI y de sus gobiernos seguir reduciendo el presupuesto universitario bajo cualquier circunstancia. Además, la Universidad no es una fábrica productora de graduados: le recomiendo la lectura de grandes universitarios como Cortés Plá para que entienda que el concepto de Universidad es mucho más rico y complejo. Una persona que pasa por la Universidad, aunque no se gradúe, es una persona más útil para la sociedad, con un pensamiento más crítico; muchas veces, además, estas personas consiguen trabajo gracias a su paso por la Universidad. Yo también creo que la tasa de graduados es poca, pero pretendo incrementarla, no resignarme a matar el enfermo para que desaparezca el mal. Concluyo con Cortés Plá: "Limitar el número de alumnos es condenar a la Universidad... a un estatismo perjudicial, a permanecer siempre en lo que es... la selección del alumnado, la limitación de su número, no cumple una finalidad social".
DNI 26.973.425


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