Marcela Isaías / La Capital
Los bajos resultados obtenidos por los aspirantes a ingresar a la universidad en las evaluaciones que debieron realizar pusieron otra vez en la mira a la vieja escuela media. No es la primera vez que se cuestiona su eficacia a la hora de preparar alumnos; sin embargo, ya comienza a dudarse también sobre los frutos que dará el polimodal. Mientras algunos opinan que se debe esperar para evaluar seriamente qué pasará con este nivel, implementado con la ley federal de educación (abarca los tres últimos años de lo que era el secundario), otros ya tienen su veredicto: el resultado será peor. Pero hay una coincidencia en advertir la necesidad de un cambio para esta etapa educativa dirigida a adolescentes y jóvenes. Así, para el director de Educación Superior, Perfeccionamiento Docente y Diseño Curricular del Ministerio de Educación provincial, Martín De Palma, "la trasformación educativa no está ajena a lo que ocurre en el país". Una opinión como para dejar en claro que, a pesar de que se intenten cambios para el nivel, la situación social influye a la hora de evaluar resultados. De todas maneras, el funcionario recordó que "fue la sociedad en su conjunto la que planteó la necesidad de reformar la escuela", a lo que sumó la idea de que "toda transformación lleva su tiempo si se trata de evaluarla". Justamente este año Santa Fe cumplirá con la aplicación a rajatabla de la ley federal de educación sancionada en 1993, cuando implemente el tercer año del polimodal. Según De Palma, tres cosas sobresalen y se pueden rescatar de este nuevo nivel sobre la vieja escuela media. "Esta educación -dic- se propone tres puntos claves: preparar al alumno para la vida ciudadana, para el mundo del trabajo y, en un sentido propedéutico, para los estudios superiores". Defensor de la nueva estructura educativa, el director provincial aseguró que los beneficios para los alumnos radican también en contar “con una estructura curricular no atomizada, que busca superar la pluralidad de materias". Este es un punto sobre el cual la reforma ha recibido muchas críticas, en especial del sector de los profesores, quienes aseguran que se pierden horas y se desdibuja el sentido de ciertas asignaturas. Desestimando esta idea, De Palma puntualizó que se trata de una formación disciplinar (la que recibe el alumno) y que "para nada hace desaparecer materias: historia y geografía, están", puso como ejemplo. Pero, además, agregó que los cambios y elección de las modalidades para el polimodal "se realizó con el consenso de las escuelas". También, remarcó que "hubo información suficiente sobre los cambios previstos, distribución masiva de materiales y cursos de capacitación para los docentes". En su visión, muchas de las críticas se vierten porque "todo cambio genera parálisis y lamentablemente hay gente que no puede encontrar su lugar". El polimodal en Santa Fe reúne una matrícula de 47 mil alumnos en sus dos primeros años y en el ámbito de la educación oficial, más otros 25 mil en la privada. Para implementar el polimodal y sus modalidades -ciencias naturales; economía y gestión; humanidades; comunicación, arte y diseño, y producción de bienes y servicios- la provincia creó en 2001, 5.676 horas cátedra, 1.899 horas en 2002 y para este ciclo se prevén unas 1.500 más. -¿Qué responsabilidad le cabe a la esfera ministerial sobre los fracasos de los alumnos que egresan del nivel medio mal preparados? -Es difícil decir cuáles son los límites en esta responsabilidad. Pero puedo asegurar que el ministro de Educación Daniel Germano está trabajando para revertirlos (los malos resultados). Por ejemplo, ahora se está dando apoyo y una función concreta para que los supervisores estén en las escuelas. Pensamos que el hecho de que no hayan estado allí pudo influir en este fracaso. No es el único punto a considerar, pero hay que reconocer que ellos son el nexo entre el poder político y la escuela. Por otro lado, es cierto que hay que redoblar esfuerzos, porque a veces la situación social nos desborda. Por su parte, la visión que tiene el director del ex Colegio Nacional Nº1 de Rosario, Jorge Colovini, sobre cómo se preparan los alumnos en esta etapa no es de lo más alentadora: "El problema no es si se trata de una escuela secundaria o del polimodal, todavía no se puede hacer una evaluación, habrá que esperar, el problema es cómo egresan los chicos actualmente", dice. "Ahora la escuela es un contenedero, es decir la demanda pasa hoy por tener a los alumnos adentro" bajando las exigencias, aseguró el director -que lleva casi 40 años en la docencia-. Para Colovini, las críticas a la nueva estructura pasan por asegurar que "no hubo capacitación para los profesores, salvo el Procap y los esfuerzos individuales, y los cambios en las materias fueron de nombre y a veces hasta resignando horas. Antes -pone como ejemplo- teníamos 4 horas de historia y 3 de geografía, ahora son 4 horas de ciencias sociales para los 8º y 9º años". Por otra lado, el director se pregunta qué pasará ahora con la nueva realidad económica (devaluación mediante), ya que hay que volver a tener en cuenta la sustitución de importaciones y la producción interna justo cuando la ley federal se encargó de diluir la formación técnica de los alumnos. "¿Qué pasó con las escuelas técnicas?", se cuestiona. El rechazo a la reforma educativa planteada en la ley federal por parte del gremio docente es conocida: "Exigimos que desde el gobierno nacional se realice una evaluación seria sobre lo hecho en estos 10 años, con esta ley que atomizó el sistema educativo", enfatiza la secretaria de Amsafé Rosario, Stella Michalek. La gremialista sostiene que cualquier cambio hubiera sido posible sin la necesidad de romper con la estructura del antiguo secundario, "convirtiéndolo en un nivel obligatorio". Ahora -asegura Michalek- los alumnos egresan "sin una preparación clara". Por otra parte, y en lo que respecta al trabajo de los docentes, señala que "los profesores hacen un esfuerzo superior a lo que se les pide más allá de los magros salarios". En este punto coincide Rosita Postiglione, profesora de filosofía y psicología de escuelas medias de Rosario: "Los docentes toman 40 horas cátedra y corren de un colegio a otro para poder sobrevivir", ejemplifica. Para ella, lo más criticable del polimodal es que "no hay una idea clara de lo que se quiere, los profesores nos reciclamos forzosamente ante estos cambios". Mientras tanto, para Postiglione lo más preocupante sigue siendo que los "estudiantes no saben leer ni escribir, no comprenden lo que leen y la comprensión sigue siendo el déficit mayor de los alumnos", algo que para la docente "el polimodal no podrá revertir".
| Algunos educadores definen al nivel como facilista. | | Ampliar Foto | | |
|
|